MIAMI.- Durante una audiencia en el Comité Judicial del Senado el martes, el director del FBI, Kash Patel, insinuó que Miami podría enfrentar un aumento en la presencia de fuerzas federales como parte de una ofensiva contra el crimen impulsada por la administración Trump.
Al ser cuestionado por la senadora de Florida, Ashley Moody, sobre el apoyo a los departamentos de policía locales, Patel afirmó que, tras las intervenciones en Washington D.C. y Memphis, se dirigirán a "Chicago, Miami, St. Louis y a muchas otras ciudades del país".
Esta declaración surge en un momento en que los datos oficiales muestran una significativa reducción de la criminalidad en Miami.
Cifras a la baja
Contrario a la justificación de una intervención federal, Miami ha experimentado una notable disminución en los índices de delincuencia a lo largo de 2025.
Según informes del Departamento de Policía de Miami, en el primer semestre del año los homicidios se redujeron en un 20%, los robos un 17% y las agresiones con agravantes un 19%.
Las estadísticas del condado Miami-Dade también reflejan esta tendencia positiva.
En el primer trimestre, los homicidios bajaron casi un 39% en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que los robos y las agresiones con agravantes también mostraron descensos significativos.
En la ciudad de Miami, la reducción de homicidios fue del 11% y las violaciones denunciadas cayeron un 51% en ese mismo lapso, según cifras oficiales.
Estrategia nacional y reacciones encontradas
El posible despliegue en Miami se enmarca en una estrategia más amplia de la Casa Blanca de utilizar fuerzas federales para abordar la seguridad en ciudades gobernadas por demócratas.
La iniciativa ha sido respaldada por figuras republicanas como el senador floridano Rick Scott, quien afirmó que si los alcaldes "no mantienen sus ciudades seguras, el presidente Trump lo hará".
Sin embargo, a nivel local, la propuesta genera incertidumbre. Un portavoz del senador Scott admitió no tener conocimiento de planes específicos para el sur de Florida, y el FBI declaró no tener detalles que proporcionar por el momento.
La noticia llega en un contexto de tensiones en Miami, después de que la Comisión de la Ciudad aprobó un acuerdo para que la policía local colabore con las autoridades federales en tareas de inmigración, una medida que contó con una fuerte oposición de la comunidad.
Éxito en políticas locales
El alcalde de Miami, Francis Suárez, y el jefe de la policía, Manuel Morales, han atribuido la disminución de la delincuencia a una combinación de "vigilancia estratégica, tecnología innovadora y sólidas asociaciones comunitarias".
Además, destacaron el papel de programas de intervención comunitaria que trabajan en la desescalada de conflictos antes de que se tornen violentos.
Organizaciones civiles también señalaron una correlación entre la financiación de estos programas de intervención y la tendencia a la baja en los homicidios.
Este enfoque local contrasta con la estrategia federal que, según críticos, podría desviar recursos de investigaciones más complejas sobre corrupción y fraude financiero para centrarse en la vigilancia callejera.