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En las calles West Flagler y la primera del suroeste, entre las avenidas 6 y la 27, parece repetirse la misma historia de lo sucedido en Miracle Mile, en Coral Gables: el desespero de los residentes y comerciantes ante la aparente lentitud extrema de las obras.
Y como en la llamada Ciudad Bonita, los dueños de negocios se quejan de grandes pérdidas y los vecinos deben caminar entre piedras, tubos y arena, en medio de grandes incomodidades.
La primera pregunta que viene a la cabeza, al ver semejante caos en Flagler, es si hay retrasos en las obras. De acuerdo con Sergies Duarte, funcionario de comunicaciones con la comunidad del Departamento de Transporte de la Florida, hay un retraso de tres meses en el proyecto que está en la calle West Flagler entre las avenidas 14 y 27 del suroeste. La culminación estaba pensada para finales de 2017, pero ahora será para principios de 2018.
Según el funcionario, “las lluvias retrasaron tres meses ese proyecto”.
Se debe tener en cuenta que no hay uno sino cuatro proyectos en la Flagler. Un contratista desarrolla los dos de la calle West Flagler, y un segundo se encarga de las otras dos obras que se realizan en la calle primera del suroeste.
Los trabajos
Lo primero que enfatizó Duarte es que la magnitud de una obra como la que se desarrolla en Flagler se demora en su planeación, en promedio, diez años.
“Este es un proyecto muy grande, es una reconstrucción total de las calles, no es sólo pavimentarlas”, recalcó. Las obras empezaron en la primavera de 2016.
Uno de los puntos más críticos ha sido el reemplazo de la tubería de agua potable, que data de 1943. Los trabajos también comprenden el cambio del sistema de alcantarillado (aguas negras o residuales) y el sistema de drenaje para enfrentar las inundaciones.
Además buscan mejorar la superficie de las calzadas, instalar nuevos andenes, señales para los peatones y semáforos para reforzar la seguridad. Habrá nuevos carriles para los ciclistas.
Según Duarte, antes de empezar los trabajos hubo cuatro reuniones comunitarias con los directos afectados. Y de manera periódica informó que habla con los comerciantes, en cada negocio, para recoger sus inquietudes e informar sobre el avance del proyecto.
La percepción
Pero la percepción de ellos es otra. Unos dicen que sí les han avisado de los retrasos, otros no recuerdan que algún funcionario del condado o del estado de la Florida hubiera pasado por su local a hablar con ellos.
El administrador de “Latin Liquor” [no quiso dar su nombre] –una licorería localizada en la West Flagler con la avenida 12- se quejó de que “pasan días y semanas y no se ve progreso. Aquí han venido a decir [funcionarios del gobierno] que la obra se ha retrasado, que hay factores que no dependen de ellos”.
Ivana, una empleada del restaurante “La gringa taco shop” explicó que “primero dijeron que [el tramo de la Flagler entre las avenidas 6 y 14) lo terminaban en julio [de 2017], después que en agosto. Dicen una fecha y no cumplen. Nos dijeron que habían tenido problemas con el agua. Pero esto no avanza. Estamos tratando de sobrevivir”.
Esa frase parece ser común en el área, dentro de los pequeños negocios. Una mesera del restaurante “Comidas Centroamericana”, especializado en platos hondureños, advirtió que “si esto no se arregla en dos o tres meses, el negocio se acaba”. El sitio cambió de dueño hace dos meses, cuando ya la calle y los andenes estaban destrozados.
Uno de los administradores del supermercado Sedanos, localizado en la W Flagler con la avenida 12, advirtió que las ventas de esa tienda han bajado entre un 30 y 40%.
Es claro que la cantidad de obstáculos que encuentra un cliente para llegar a cualquier de los negocios desperdigados en los dos costados de la Flagler, lo convence de comprar en otro sitio.
La empleada de “La gringa tacho shop” lamentó que a pesar de las buenas calificaciones que ha obtenido ese restaurante, en el sitio especializado Yelp, es muy poco el volumen de ventas que tiene al día. “Hay un serio problema de parqueo”, explicó
Lo cierto es que, al contrario de la sensación de abandono que tienen algunos comerciantes en relación con el ritmo de las obras, entre las avenidas 13 y 16 había una cuadrilla de obreros trabajando y maquinaria desplegada a lo largo de esa zona.
Incluso DIARIO LAS AMÉRICAS pudo hablar con uno de los ingenieros [quien tampoco quiso dar su nombre] de la empresa contratista Russel Engineering Inc. que estaba en el sitio intervenido. En ese momento se rompió una de las tuberías y empezó a salir agua a toda presión.
Los planos de esa calle mostraban que la tubería estaba localizada a más profundidad de la que en realidad se encontraba. Un obrero quebró la tubería cuando trataba de levantar el pavimento.
“Cada día trae un problema distinto”, advirtió el ingeniero. “Aquí trabajamos 24 horas, incluso en turnos de noche”, añadió.
El cronograma
De acuerdo con los cálculos del departamento de transporte de la Florida (FDOT, por sus siglas en inglés) cada proyecto estaría finalizando en las siguientes fechas: La calle West Flagler Street entre las avenidas 27 y 14, en invierno de 2017 o inicios de 2018; la calle West Flagler, entre las avenidas 14 y 6, en la primavera de 2018; la calle primera del suroeste, entre las avenidas 24 y 17, en la primavera de 2018, y la calle primera del suroeste, entre las avenidas 17 y 6, en el verano de 2018.
Para desarrollar todos estos proyectos ha habido una coordinación entre el departamento de acueducto y alcantarillado del Condado Miami-Dade y el FDOT. Esto ha permitido que los distintos trabajos se hagan de manera simultánea, de acuerdo con lo explicado por Duarte.
Pero la sensación de abandono que tienen los comerciantes de las calles intervenidas, más el desespero ante una baja sustancial de las ventas y un panorama que no parece arreglarse a corto plazo, hacen pensar en que no ha habido una comunicación más intensa y precisa de los funcionarios con la comunidad de comerciantes de esa céntrica e histórica vía de Miami.
Incluso hay quienes responsabilizan a la ciudad de Miami, o al Condado, de manera exclusiva, sin entender que los proyectos de West Flagler y de la calle primera están a cargo del Departamento de Transporte de Florida.
De acuerdo con Duarte, el 75% de la tubería ya está instalada. “Hemos superado bastante las dificultades con otros servicios públicos [alcantarillado y líneas de fibra óptica]”.
Según el funcionario de comunicaciones del FDOT, “no ha habido ningún costo extra [del dinero de los contribuyentes] por el retraso de las obras producido por el mal tiempo”.