MIAMI.- Ante el aumento de casos de coronavirus en Miami-Dade, hay voces que anticipan que si no se adoptan medidas sanitarias urgentes, con un mayor compromiso y mejor conducta de todos, el mes de agosto podría ser “catastrófico” en el condado floridano.
La advertencia fue realizada por Lilian Abbo, jefa del Programa de Prevención de Infecciones del Jackson Health System de Miami, durante una conferencia en línea con especialistas en esa área de la medicina, principalmente de Venezuela, su país de origen.
Según la especialista en enfermedades infecciosas, en la eventualidad de que “sigamos con estas tendencias de hoy”, sin medidas a nivel social, reducida disponibilidad de pruebas y deficiencias en el rastreo de contagios, el mes próximo podría “ser catastrófico”.
La autoridad estatal de Salud de Florida reportó el lunes 20 de julio 10.347 nuevos contagios de coronavirus, 2.131 menos que el domingo, lo que suma 360.394 contagios desde que comenzó la pandemia, que incluye los miles que han sido curados o han fallecido.
Entretanto, Florida registró 90 nuevos decesos, 24 menos que el domingo, para un total de 5.072 fallecimientos desde que comenzó la pandemia en marzo pasado.
Por otra parte, Miami-Dade reportó 2.797 nuevos casos, lo que suma 87.035 contagios y 1.309 decesos hasta la fecha.
La directiva del hospital Jackson afirmó que las soluciones planteadas por las autoridades civiles y de salud “hay que implementarlas antes de que llegue la temporada de influenza porque si ésta se junta con la pandemia, y en el caso de Florida, con la temporada de huracanes, que ya lo estamos, esto podría ser aún peor”.
Por tanto, Abbo llamó a poner en marcha “estrategias a nivel nacional, no solo local” para que haya una más alta disponibilidad de pruebas diagnósticas, a bajo costo, con lo que se podrían beneficiar principalmente las personas que tienen “trabajos esenciales y ganan menos”.
“Se cree que hacen falta alrededor de 25 millones de pruebas semanales (en el país) en los próximos tres meses”, enfatizó, y dijo que las pruebas actuales tienen un costo que oscila entre 50 y 150 dólares, un valor que es cubierto por las autoridades estatales y federales.
Asimismo, en opinión de la especialista, hace falta un “más efectivo seguimiento de contagios” para poder frenar la transmisión.
Abbo calificó de preocupante que todavía no hay una “respuesta unida del público sobre lo letal que puede ser este virus”. En este sentido, dijo, “hay mensajes mixtos que confunden a la población, con gente que cree que esto es solo una gripe y no va a pasarle nada”.
Señaló que la población debe tener conciencia de que “esto no es una tontería, que este virus va en serio, que hay que usar las máscaras y no podemos seguir con eso de que cada uno hace lo que quiere”.
Cifras comentadas por Abbo durante la conferencia dan cuenta de que Florida está presentando pruebas positivas superior al 25% entre quienes se practican el examen, y para que un estado se considere entre los que tienen la epidemia “controlada” no debe sobrepasar el 10%, según la cifra recomendada por el Centro de Enfermedades Contagiosas.
La especialista agregó que los estudios demuestran que al menos el 40% de la población, que es asintomática, está transmitiendo el virus. “Hay que crear un protocolo para estas personas”, recalcó.
Abbo citó una investigación que permite conocer que en un evento al que asistan 10 personas en Miami, existe un 76% de riesgo de que al menos una persona esté infectada. Entre 100 personas, remarcó, la probabilidad de un contagiado es de más del 99%.
“Esto demuestra por qué el distanciamiento social y por qué son tan importantes las máscaras y el uso de la protección ocular”, enfatizó.
Reafirmó, tal como dijo hace unos días, que Miami "es hoy el epicentro" de la pandemia y, a su juicio, “esto ha sido (en parte) porque la gente joven se ha ido de rumba, ha ido a fiestas, como si no pasara nada, y hemos tenido problemas muy graves por eso”.
En cuanto a la operación de la red de hospitales del Jackson Memorial durante la pandemia, Abbo explicó que ha sido necesario habilitar más camas para cuidados intensivos y dijo que el antiviral remdesivir ha permitido bajar los índices de mortalidad en ese centro asistencial.
De hecho, hoy las unidades de cuidados intensivos de la red hospitalaria en Miami-Dade ronda el 127%, pero el alcalde Carlos Giménez aseguró que aún “no hay necesidad de reabrir un hospital móvil” pues hay “camas disponibles”, tras la suspensión de las intervenciones quirúrgicas que no son imprescindibles, “que pueden fácilmente convertirse a cuidado intensivo”.
Sin embargo, la especialista en enfermedades infecciosas dijo que el medicamento ha escaseado en algunos momentos. “Ese antiviral es nuestro ‘caballo de troya’, y aunque no es la cura mágica, si está dando buenos resultados”, puntualizó.