MIAMI.- Desde el pasado 1 de noviembre el Gobierno estatal de Florida advirtió a municipios y condados que no podrían hacer más sus reuniones de trabajo por Internet, pero la ‘orden´ no parece ‘aplicar’ en el Congreso del estado ni en las oficinas del gobernador, donde la práctica del ‘vía Zoom’ sigue en pie en muchos casos y no hay indicios de que termine pronto.
La orden de emergencia que permitía a funcionarios públicos realizar sus reuniones por Internet caducó el pasado 1 de noviembre, cuando el gobernador Ron DeSantis no la renovó, luego de que ordenara la reapertura total de la economía, cuando los contagios mermaban y la vacuna contra el COVID-19 estaba aún a medio hacer.
Reuniones
Días antes, el reloj corría mientras se acercaba la expiración del plazo del consentimiento estatal que permitía reuniones virtuales.
En Miami-Dade, el condado más afectado por el coronavirus, la autoridad condal y las municipalidades invirtieron recursos en colocar divisores de plexiglás, mientras esparcían sillas e incluso optaban por espacios más grandes para sostener las reuniones en medio de una pandemia que no había terminado.
En cuanto a la participación del público, se animó a las personas a llamar a través de Zoom o por teléfono o mediante una computadora instalada en una sala separada.
Pero en Tallahassee, donde rige el Congreso estatal y la oficina del gobernador, las cosas son diferentes.
“El Capitolio de Florida permanece cerrado en gran parte cerrado, ya que los legisladores se sienten más cómodos reunirse a distancia”, apuntó el informe de News Service of Florida, desde la capital política del estado.
Y a pesar de que los contagios tienen una tendencia a la baja y el Gobierno federal provee más vacunas, “el presidente del Senado, Wilton Simpson, republicano por Trilby, no prevé levantar las precauciones sanitarias” durante el desarrollo de la presente legislatura.
"No creo que todos en este edificio se vacunen en las próximas siete semanas", señaló el senador. “Tenemos una gran preocupación por nuestros senadores. Y estamos igualmente preocupados por nuestro personal", añadió.
Simpson estimó que el proceso de vacunación pueda ser “completado” en el verano.
“Eso nos lleva a creer que el próximo año volveríamos a un modelo mucho más tradicional de tener gente que regrese a esta cámara y nos visite”, añadió.
Legalidad
De hecho, la licencia estatal que caducó el 1 de noviembre, Número 20-69, fechada el 1 de marzo de 2020, autorizaba únicamente “local government bodies”, o sea organismos de gobiernos locales (municipalidades y condados) a realizar reuniones virtuales. Por ende, otros organismos públicos, como el Congreso estatal o la oficina del gobernador, no están regidos por la orden ejecutiva.
“Desde el punto de vista legal, no hay violación alguna”, opinó el abogado Luis Martínez, del bufete Martinez & Associates.
“Pero si me preguntan si es correcto obligar a unos a realizar reuniones presenciales y a otros no, yo diría que no lo es. No es ético”, subrayó.
“El gobernador debe permitir a las juntas y gobiernos locales la capacidad de llevar a cabo sus reuniones de manera segura”, señaló la representante estatal demócrata Lois Frankel, de Palm Beach.
"Pretender que la pandemia ha terminado pone en peligro vidas”, subrayó la legisladora.
En respuesta a la desigualdad de condiciones, un grupo bipartidista de legisladores impulsa una propuesta de ley que permitiría a los gobiernos locales reunirse a distancia durante un estado de emergencia.
Los partidarios bipartidistas de la nueva legislación dicen que los municipios no deberían tener que esperar el permiso del gobernador. La senadora demócrata Janet Cruz está detrás de la medida del Senado (SB 1494). El representante demócrata Dan Daley y el representante republicano Jim Mooney se unen como copatrocinadores de la versión de la Cámara (HB 1217).
La medida de Cruz establece que se permitirían reuniones remotas hasta por seis meses, "a menos que el Gobernador prorrogue el estado de emergencia de conformidad con una orden ejecutiva". Y eso parece permitir que esas reuniones virtuales se extenderían automáticamente más allá de la ventana de seis meses.