MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
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@sergiootalora
Ya no queda mucho tiempo para que el campo republicano logre imponerse a la candidatura de Donald Trump. Si no se reduce a dos candidatos la contienda dentro de ese partido, ven posible que Trump gane la nominación
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La fragmentación del voto republicano, el dominio de los egos por encima de las urgencias políticas y el avance de Trump como unificador de un voto influido por la rabia y la decepción con la dirigencia tradicional, podrían hacer una realidad lo que en apariencia parecía imposible: que el magnate inmobiliario no sólo gane en el Estado del Sol, sino se quede con la nominación republicana a la presidencia de Estados Unidos.
Si para el 15 de marzo (día de la primaria en Florida) no se han decantado las filas conservadoras en sólo dos candidatos, ya será imposible alcanzar el número de delegados que haya obtenido Trump, según lo afirmó el estratega republicano Jesse Manzano. “Para remontar eso habría que ganarle en todos los estados restantes y eso es casi imposible”, indicó.
Además, la salida de Jeb Bush de la contienda electoral no implica que todos esos votos se vayan de manera automática, ni siquiera de forma masiva, a las toldas del precandidato Marco Rubio. De acuerdo con el prestigioso abogado de Tampa, Tom Lewis, donante de la campaña de Bush y amigo personal del exgobernador, “la carrera entre Cruz y Marco será muy cerrada. Me encantaría ver que Marco ganara [en Florida], sin Bush en la competencia. Ver que llega en segundo lugar y derrota a Cruz. Muchos de esos votos que estaban con Jeb, podrían ir a las toldas de Marco, pero otros muchos no. Y eso haría que Marco no logre los votos que quisiera, pero sí obtendría un número mayor que Cruz”.
De acuerdo con Manzano el antídoto contra el crecimiento del voto a favor de Trump es que éste se enfrente a un solo candidato. “Las encuestas demuestran que Trump pierde cuando está en un cara a cara ya sea con Ted Cruz o Marco Rubio. No quiero decir que automáticamente todos esos votantes vayan en contra de Trump; algunos lo seguirán. Pero creo que la mayoría estaría en contra de él”.
Experiencia
Lewis, al igual que muchos de los que seguían al exgobernador de la Florida, ve que Rubio es un hombre inteligente pero aún no es el momento para que dé el salto a ser candidato presidencial ni mucho menos convertirse en el inquilino de la Casa Blanca. “Muchos de mis copartidarios han hablado con gran claridad sobre los últimos siete años en los que tuvimos un senador federal, electo por primera vez, que jamás había dirigido nada, tratando de dirigir nuestro país. Y esencialmente lo ha llevado al suelo. Creo que hemos debido aprender de esa experiencia”.
Elaine del Valle, editora del polémico blog Political Cortadito, cree, por el contrario, que en la Florida, y de ahí en adelante, la pelea será entre Marco Rubio y Donald Trump. Está segura de que el senador cubanoamericano ganará el Estado del Sol. “Todas las encuestas han mostrado que Donald Trump tiene unos números muy altos, pero en Iowa y New Hampshire no salió con las cifras que decían los sondeos”. Manzano advirte que “[Trump] no sube del 30%; hay, por lo tanto, un 70% que no le está dando su apoyo.”
Según la estratega republicana Ana Carbonell, la salida o permanencia de Ted Cruz dependerá de cómo le vaya en el llamado súper martes – el primero de marzo- día en el que se realizarán primarias, de manera simultánea, en once estados.
Establecimiento
Lewis, a pocos días de la renuncia de Bush, y en medio del dolor que le produce que su candidato no haya encontrado el espacio político propicio, hace una evaluación de lo que pudo haber generado el fracaso. “El electorado fue, tristemente, atraído por alguien que es lo opuesto [a Jeb Bush]: Trump es destructivo y disfruta irrespetando a los demás. Si hay alguna crítica o error sobre cómo se manejó nuestra campaña, fue no darnos cuenta de esto lo suficientemente rápido”.
“Nadie estaba preparado, hace un año, para salir a competir con un candidato que no era serio”, afirma Manzano quien observa que el magnate inmobiliario fue subestimado, y cuando se vio que su candidatura, en lugar de desinflarse, se consolidaba, la reacción fue tardía. “Toma bastante tiempo cambiar la dirección de un proyecto de comunicación en una campaña tan grande como fue la de Bush”.
El tiempo apremia. Personas como Lewis está casi seguro de que Trump puede llegar a la Casa Blanca, lo que sería, según sus palabras, “ el día más triste para mi país”. Manzano, por su parte, piensa que aún se puede hacer algo: “Tengo fe en que Marco Rubio pueda enfrentar a Trump. Lo que hace falta es que el grupo de candidatos se reduzca de manera dramática lo más rápido posible”.
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