jueves 21  de  marzo 2024
POLÉMICA

El "bullying" en escuelas prende las alarmas en Miami-Dade

Un caso reciente, al que se suman otros ocurridos en el país y en Florida, conduce a un análisis profundo del acoso como conducta de agresión en planteles educativos
Por DANIEL CASTROPÉ

MIAMI. - Un caso reciente de bullying o acoso en una escuela de Miami-Dade, cuya víctima habría sido un jovencito de 13 años con problemas de déficit de atención, puso nuevamente este fenómeno en el escrutinio público.

Este tipo de agresión no es nuevo, a juicio de especialistas en el tema, quienes aseguran que existen evidencias de que situaciones de esa naturaleza se han registrado “desde tiempos inmemoriales”, no solo en escuelas, sino también en espacios de socialización. Sin embargo, creen que el auge de las redes sociales podría estimular aún más esas conductas.

Un hecho ocurrido en Utah, el 10 de febrero de este año, también puso una puntilla debajo del zapato: el suicidio de Drayke Hardman, un niño de 12 años que sus padres identificaron como víctima de bullying. Pero, asimismo, las agresiones grabadas en video a un adolescente de 16 años en el condado floridano de Osceola, a finales de 2021, mostraron otros ángulos de esta realidad.

Frente a esto, el caso de la semana pasada en un centro educativo situado en la ciudad de Miami Springs, además que prender las alarmas en el condado, permite conocer una serie de conceptos y puntos de vista sobre esta clase de hostigamiento, que tiene un fuerte impacto emocional tanto en quien lo padece como en el mismo agresor.

La abuela del menor, que narra crudamente hasta qué punto habría llegado el acoso a su nieto, la presidenta del Sindicato de Maestros de Miami-Dade, un docente y una psicóloga infantil fueron consultados por DIARIO LAS AMÉRICAS en busca de explicaciones alrededor de este problema.

“Algo muy horrible”

“A mi nieto lo han querido matar”. Con esta preocupante afirmación, Dinorah Alfonso inició su conversación con nuestro rotativo para hacer un relato de las circunstancias que le ha tocado vivir a su nieto Brayan Domenech, quien está “medicado desde que tenía ocho años”, según dijo.

El adolescente cursa séptimo grado en Miami Springs Middle School. Unas grabaciones subidas a la cuenta de Instagram MSMS Leaks, “en la que los muchachos de esa escuela suben sus videos”, puso en evidencia las presuntas agresiones que venía sufriendo el muchacho “desde que comenzó el curso escolar en agosto”, de acuerdo con Alfonso.

En esos videos los padres y los abuelos de Domenech pudieron ver “algo muy horrible, tres niños lo tiran al piso y les dan una entrada a golpes, y se ve a los tres muchachos encima de él”, de acuerdo con la narración de la abuela del niño y según muestran las imágenes.

DIARIO LAS AMÉRICAS se comunicó con la escuela. Una asistente que se identificó con el nombre de “Lilly” dijo que “el director y el subdirector no están disponibles” y solicitó un teléfono para “llamar en otro momento” a este medio. Hasta el cierre de esta edición, la comunicación de la escuela con este medio no se había producido.

Alfonso aseguró que el adolescente venía mostrando un “comportamiento extraño”, al punto de que “no quería comer en la escuela”, “se encerraba en su cuarto cuando llegaba a casa” y “pensamos que probablemente estaba consumiendo drogas”. Una prueba casera que dio un resultado negativo los hizo cambiar de percepción.

Algunas veces, según el testimonio, el niño llamaba a sus padres “para que lo recogieran antes de que terminaran las clases y no comía en la cafetería de la escuela para evitar ser golpeado”.

Enfermera de profesión, Alfonso no entiende por qué el joven, a pesar de que habría sido víctima y no victimario en los casos de agresión, “fue suspendido unas cuatro veces de la escuela porque supuestamente estaba involucrado en hechos de indisciplina”.

Ante esto, tanto la abuela como el abuelo de Domenech, una vez conocieron de contenido de los videos se dirigieron a la escuela. “El subdirector nos dijo que se habían tomado medidas, que los casos ya habían pasado, que los problemas eran en el parque y no sabían de la existencia de la página de Instagram”.

Ahora, el caso ya es de conocimiento de la Policía Escolar de Miami-Dade, “que esperamos haga algo”, según Alfonso, quien no descarta llevar el caso a los estrados judiciales “si no se toman en verdad esto en serio y dejan de agredir a mi nieto”.

El distrito escolar de Miami-Dade emitió una declaración en la que afirma que “los administradores escolares han hablado continuamente con los padres de los involucrados y el incidente se manejó administrativamente”.

A lo que agregó: “Los estudiantes han sido disciplinados de acuerdo con el Código de Conducta Estudiantil. Cada caso que involucra al estudiante ha sido investigado. También hemos estado trabajando en estrecha colaboración con la madre para brindarle a la familia apoyo y servicios adicionales, además de los que ya se comparten”.

Ayuda

Karla Hernández Max, presidenta del Sindicato de Maestros de Miami-Dade, consultada sobre el tema del acoso en los planteles educativos, afirmó que esa institución mantiene “conversaciones permanentes” con la Junta Escolar del condado, “que es muy proactiva en incluir pólizas y normas de cómo el estudiante debe ser tratado en estos casos”.

Desde su punto de vista, hay “muchas facetas” que se deben tener en cuenta al momento de analizar un hecho que involucra la agresión a un estudiante.

“Hay estudiantes que no tienen el apoyo necesario o adecuado si están teniendo algún problema; es muy importante que el guardián o el padre, que está viendo un comportamiento extraño, se comunique con la escuela, con el maestro o con el consejero para que nosotros podamos darle esos recursos y esa ayuda necesaria”, dilucidó.

La líder sindical destacó que en las escuelas existen departamentos de consejería para lidiar con una serie de hechos que conciernen a la población estudiantil, incluido el acoso y las agresiones entre los alumnos.

“El consejero es el profesional que está preparado para lidiar con ese tipo de situación, y ellos son los que tienen no solamente los recursos, sino también el entrenamiento para poder ayudar a los estudiantes”, puntualizó.

Hernández es del criterio de que este es un “trabajo que se hace en equipo con el padre y el maestro” y “es crítico para el bienestar del estudiante y la comunidad educativa”.

Contó que algunas veces ocurren situaciones en el aula de clases que “se consideran normales o dentro del rango de lo normal y quizás no se les pone demasiada atención”.

A las palabras de Hernández se unió el profesor José Montes, quien cuenta con más de 30 años de experiencia en el ramo de la educación, y para quien el hostigamiento escolar es un fenómeno “muy viejo”, que en estos tiempos “se ha visto influenciado de alguna forma por las redes sociales”.

Añadió el docente que “si volviéramos a los tiempos en los que nos sentábamos a la mesa con nuestros padres o mayores”, “con un mayor respeto por los valores y sanas costumbres, esto podría pasar, pero en menor escala que hoy”.

Aprender a defenderse

Para la psicóloga infantil Yuglenis Rivas, el acoso escolar es un tema que “pica y se extiende” y que, mientras no se “responsabilice en todos los implicados”, va a tener una “mínima incidencia para remediarlo”.

En su opinión profesional, cuando hablamos de bullying mucha gente se pregunta por qué los niños no saben defenderse o también suponen que un niño que está viendo agresión desde su casa es un “agresor potencial” que asiste a la escuela a molestar a sus compañeros.

Explicó que la ‘Generación de Cristal’, como se denomina a los nacidos del año 2000 en adelante, ha crecido con carencia de habilidades sociales, “siendo tan susceptible, fácilmente vulnerable o manejable”.

Esto tiene un trasfondo —arguyó— “por la forma cómo estamos creando y educando niños”, con el agravante de “normalizar lo que es común, desmembrando la infancia”.

“Cuando yo como padre tengo la creencia de que los niños de hoy son tecnológicos, y que por ese motivo no juegan ni se relacionan, y que prefieren estar encerrados en su habitación jugando a través de pantallas, estoy probablemente normalizando lo que es una tendencia común, pero todo niño eternamente va a necesitar relacionarse, jugar y tener amigos”, aseveró.

En los primeros años de vida, según la doctora Rivas, el menor debe relacionarse y crecer gradualmente jugando con otros niños, “y así este aprende a solucionar problemas, a tener criterio, puntos de vista, ser creativo y aprende a defenderse”.

“Mientras sigamos encerrando niños en las habitaciones y normalizando que como ahora no juegan y son tecnológicos, pasando horas detrás de videojuegos, esos mismos niños llegan a la adolescencia desnudos, sin habilidades para relacionarse”.

Esta psicóloga estima que el acoso es un fenómeno que también se veía en otras épocas, pero hoy se “reacciona diferente”, incluso con una drástica solución que se observa en múltiples casos: el suicidio.

Finalmente, dijo que no se “puede culpar solo a los colegios”, al tiempo que hizo un llamado a los padres a enfocarse en enseñarles a sus hijos a “defenderse y lograr habilidades sociales”.

[email protected]
@danielcastrope

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