MIAMI.-RUI FERREIRA
Especial
Los inmigrantes indocumentados tienen un mayor acceso a la economía informal
MIAMI.-RUI FERREIRA
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Miami-Dade podría ser el próximo epicentro del debate sobre inmigración. Según un estudio reciente de Inmigration Policy Institute, con sede en Washington DC, en Florida, se ha registrado un ligero aumento de los inmigrantes, mayormente cubanos, venezolanos y centroamericanos en general.
A esto sumamos que de los 632.000 inmigrantes indocumentados que se calculan en la Florida, la mayoría provienen de Colombia, México, Brasil, Venezuela y Jamaica en ese orden. Sin embargo, el estudio, amparado en datos del censo nacional actualizado, apunta a que el 41% vive en el sur del estado, mayormente en Miami-Dade y Broward, donde han logrado adquirir ingresos ligeramente superiores al promedio nacional.
“Esto es posible”, apuntó la analista del instituto, Jeanne Batalova, “a un mayor nivel educativo y conocimiento del inglés pero también a su origen”. Son inmigrantes que provienen de clases de mayor nivel económico que, en el caso de Venezuela y Colombia, emigran de sus países para escapar de la violencia política.
También señala el informe que los inmigrantes indocumentados tienen un mayor acceso a la economía informal en nuestra región. No obstante, los inmigrantes con su documentación en regla ganan menos que los estadounidenses, porque la necesidad de integración es tan grande que aceptan lo que les ofrecen.
"No hay un patrón común para la integración en el sur de la Florida. El estado es relativamente abierto a la inmigración. Aquí no hay un ambiente hostil hacia los inmigrantes. Pero no es fácil integrarse. Esto obliga a la gente a aceptar todo tipo de trabajos y, por ende, a desplazar a otros trabajadores que aspiran a mejores sueldos y posiciones", explicó el abogado de derechos laborales, Marco Jiménez.
En términos generales, los sindicatos en el sur de Florida no son tan activos como los gremios en otras zonas del país. De hecho, en términos de política de inmigración han mantenido cierta distancia, aparte de la controversia sobre la necesidad de una reforma migratoria. Tampoco se han integrado en la campaña presidencial más allá de apoyos coyunturales. Como explican varios analistas consultados, en la Florida los sindicatos tampoco tienen mucho margen de maniobra por las características de las leyes laborales, que muchas veces no permiten la formación de sindicatos, y prefieren sobrevivir dentro de los términos que conocen. Y el apoyo a los inmigrantes, documentados o no, no es una de sus prioridades.
Influencia del debate nacional
La polémica sobre la necesidad de legalizar el estatus migratorio de unos u otros, está tomando un nuevo giro en la medida que avanza la campaña presidencial. Si de entrada los contendientes sentían, y algunos todavía lo sienten, cierto temor en tomar partido en defensa de los indocumentados, en las últimas semanas algunos aspirantes han cuestionado la necesidad de que Estados Unidos continúe recibiendo inmigrantes.
"Hay que poner cierto orden, porque la inmigración debe ser ordenada. No esta anarquía en que se permite la entrada a todo el mundo sin verificar sus antecedentes", dijo el candidato republicano Donald Trump, que abrió su campaña arremetiendo contra los mexicanos.
En este aspecto, Trump es secundado por el exsenador Rick Santorum para quien la inmigración es un problema que obstaculiza el desarrollo del mercado laboral estadounidense. Como muchos republicanos, Santorum cree que los inmigrantes están restando trabajo al mercado laboral, porque aceptan trabajar por un sueldo mucho más bajo sin que los sindicatos se opongan.
"Si queremos tener políticas que funcionen para los trabajadores en este país, alguien tiene que levantarse a decirlo, sea contra Wall Street o los grandes empleadores que quieren contratar una mano de obra barata. Hace falta un liderazgo fuerte que ponga es este país en el camino correcto", dijo Santorum recientemente.
Radiografía dura y pura de la realidad que vivimos
El diario británico The Guardian publicó un amplio reportaje sobre el desempleo en la inmigración en Estados Unidos. La mayoría de los consultados se quejó de que la inmigración ha afectado el mercado laboral al producir una baja en los sueldos.
"¿Qué creo del sueño americano? Sólo los abogados y los banqueros se pueden dar el lujo se soñar. Los demás están viviendo una situación muy dura. Los inmigrantes nos quitan los trabajos", manifestó un mecánico de la ciudad de Utica, en el estado de Nueva York, que no quiso identificarse.
Contrario a lo que muchos creen, el origen de los inmigrantes denota un cambio sustancial en los últimos años. Muchos están llegando de países asiáticos, principalmente de China, y son mucho más propensos a aceptar trabajos mal pagados, por tal de asegurar el sustento y la permanencia en el país.
Por ejemplo, Texas es un ejemplo claro, donde se registra un aumento notable en el número de inmigrantes asiáticos, según la Oficina del Demógrafo estatal. Sólo en 2013 unos 85.542 asiáticos se afincaron allí, lo que significa una cifra casi similar a los 92.867 que llegaron de América Latina. Los funcionarios estatales esperan que en los próximos dos años los asiáticos superen a los hispanos.
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