lunes 20  de  enero 2025
REALIZADORES DE SUEÑOS

Estudiante sueña construir un colegio en su natal Colombia

Camilo Parra, de 21 años, conversa sobre sus sueños y su historia de superación que lo trajo a Miami como estudiante internacional
Diario las Américas | WILMA HERNÁNDEZ
Por WILMA HERNÁNDEZ
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MIAMI.- A sus 21 años, Camilo Parra no solo logró realizar su gran sueño de estudiar en Miami, el joven también se propone ayudar a otros a lograr los suyos. Parra, un estudiante estelar quien contó su historia de superación durante la ceremonia de inducción al Salón de la Fama de los exalumnos de Miami Dade Collage, dejo atrás su natal Colombia en busca de nuevas oportunidades. Y tuvo que vencer dificultades para alcanzar su propósito.

“Desde siempre había sido mi sueño venir a los EEUU a estudiar. Y tener la oportunidad de estar parado frente toda esa gente, fue increíble. Creo que es algo que no hubiera podido lograr si no hubiera venido a este país”, comentó sobre el momento en el que se dirigió a los presentes en la ceremonia.

Después de enfrentar una depresión tras la muerte de su padre en 2019, el joven inició los trámites para salir del país como estudiante internacional. Su enfoque ha sido en las áreas de las finanzas y el comercio exterior.

“Estuve muy deprimido, me iba mal en la universidad, no quería hablar con nadie. Fue una época horrible, porque no quería nada y verlo así era muy complicado. Cuando falleció, me dije algo tiene que cambiar. Empecé a ir al gimnasio, a conocer gente. Pero justo llegó la pandemia y no podía salir. Las redes sociales me ayudaron mucho, porque conocí gente que luego me ayudó en el proceso de venir para acá”, contó Camilo Parra en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.

Aunque la gestión fue pausada durante la pandemia, Parra llegó a Miami hace dos años, tiempo que ha aprovechado al máximo. Ya concluyó sus estudios en Miami Dade College. Y ahora busca universidades donde transferirse y continuar estudiando. Pero antes tuvo que trabajar en Colombia y reforzar su inglés.

“Venir como estudiante internacional lleva muchísimo papeleo. Me quise transferir para acá de una universidad de Colombia, pero llegó el COVID y tuve que esperar un año. Me di cuenta de que necesitaba dinero para pagar los trámites y empecé a trabajar como agente bilingüe en un call center (centro telefónico de atención al cliente). Y así empecé a mejorar mi inglés”, expuso.

El sueño de estudiar fuera de su país lo había nutrido desde que visitó EEUU por primera vez. Los deseos de superarse y también la necesidad de no formar parte del ambiente donde creció lo impulsaron a perseguir ese sueño.

“Venía a EEUU cada verano cuando tenía 13 años y estaba enamorado de Miami. Entonces, siempre estuvo en mi cabeza venir a estudiar acá. Empecé a estudiar en Colombia y no me sentía feliz. Ahí fue cuando tomé la decisión de seguir mi sueño y venir a estudiar acá”, recordó.

“Soy del barrio El Perdomo, donde hay mucho crimen, es una olla de drogas, la gente va allá arriba (al Perdomo alto) y compra drogas. Mis amigos, buscando dinero, se iban a vender drogas o robar. Siempre estuve en un ambiente muy pesado, pero mi familia siempre me halaba y halaba. Y gracias a Dios nunca me metí a ese mundo. La falta de oportunidades en Colombia me impulsó a cambiar el camino que estaba tomando. Muchas veces veo a amigos o conocidos que se gradúan, pero no consiguen trabajo y tienen que trabajar como taxistas”, agregó.

Además de la falta de oportunidades y las circunstancias por los problemas de salud de su padre, contar con el apoyo de su madre fue esencial a la hora de tomar la decisión, que sin dudas le ha cambiado la vida.

“Mi padre llevaba enfermo mucho tiempo. Fue diagnosticado con cáncer cuando yo tenía dos años. Entonces, crecí con la preocupación de que cuando yo llegara a casa mi papá iba a estar en el hospital, muchas veces pasó, hasta que la enfermedad le paralizó la mitad de su cuerpo y vimos que las cosas se estaban poniendo malas en el último año”, recordó.

“Tuve que aceptar los problemas y salir adelante. Era el hombre de la casa y aunque no proveía para mi familia, tenía la presión de estar ahí emocionalmente. Muchas veces escondía mi tristeza, me hacía el feliz y el fuerte, pero eso es muy difícil. Después me fui enfermando. Entonces, hablé con mi mamá y me dijo: ‘tú no eres el hombre de la casa, tú eres un niño y tienes que empezar a crecer, no tienes que preocuparte por nosotras, porque para eso estoy yo’. Mi mamá fue un apoyo gigante en mi vida. Ella al principio estaba muy indecisa, no quería que me fuera y la dejara sola, pero vio la necesidad de que yo viniera, porque no me estaba sintiendo bien allá”.

Parra obtuvo el premio Rising Star (estrellas en ascenso), que otorga Emerge a estudiantes con un espíritu emprendedor. Uno de sus proyectos fue elegido por la compañía para representar a Miami Dade College.

“Emprendimos un proyecto sobre cómo ayudar a la comunidad. Ayudar a mi comunidad y brindar oportunidades se convirtió en mi pasión. Así que abrimos un fondo de inversiones, conseguimos 70 mil dólares y con eso empezamos a invertir en la bolsa. Con lo que vayamos ganando en la bolsa, vamos a dar becas”.

Sobre hacia donde visualiza encaminar su carrera, comentó:

“Me encantaría trabajar en Wall Street, en inversiones bancarias, es un mundo donde se crean oportunidades. Mi gran sueño es construir un edificio residencial como una inversión. Me encanta el real state”.

“Por la parte filantrópica, mi misión es la educación. Me encantaría construir un colegio en Colombia o en un lugar donde fuera más céntrico para los estudiantes internacionales. Haber venido a otro país fue la mejor experiencia del mundo, entonces me encantaría darle la oportunidad a otra gente”.

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