MIAMI.- Durante cinco años, los jueces que investigaron al excongresista federal David Rivera por su presunta participación en el financiamiento ilegal de una campaña electoral, no presentaron ninguna demanda penal en su contra, por tanto el término de tiempo que establece la justicia para haberlo encausado prescribió el pasado 29 de agosto.
Mientras, el controvertido exlegislador, que ha optado por mantenerse alejado de la prensa, pero sigue en la arena política, quedó exento de cualquier acción por vía penal en su contra, debido a que el último hecho que salpicaba su nombre ocurrió el 29 de agosto de 2012, y la ley estipula un periodo de cinco años para encausar a una persona por un acto punible.
Ese día se habría producido una “movida” que involucraría al republicano Rivera con un aporte secreto de al menos 69.000 dólares a la campaña del candidato Justin Lamar Sternad, que competía en las primarias demócratas contra Joe García, con el aparente fin de debilitar la aspiración de este último, que saliera derrotado de la contienda y finalmente ir a las elecciones generales frente a un aspirante sin ninguna experiencia política.
Sin embargo, García logró obtener el triunfo frente a Sternad, y más tarde, en las votaciones generales del 6 de noviembre de 2012, también pudo vencer en las urnas a Rivera, candidato republicano al Congreso federal por el distrito 26, quien según algunas encuestas mostraba “amplias opciones” de éxito.
Al destaparse una serie de denuncias alrededor del caso, Sternad se declaró culpable en el 2013 de infringir leyes electorales federales y fue sentenciado a 30 días de prisión y tres meses de arresto domiciliario.
Por su parte, Ana Alliegro, asesora de Rivera, huyó a Nicaragua, pero finalmente fue arrestada y deportada a los EEUU. Posteriormente, se declaró culpable en el 2014 y fue sentenciada a seis meses de prisión y seis meses de arresto domiciliario por confabulación en el “Caso Sternad”.
Después de cinco años, Rivera ha escapado a un encausamiento penal. Sin embargo, el mes pasado la Comisión Federal de Elecciones (FEC) presentó una demanda civil en su contra ante un tribunal federal en Miami, acusándolo de desviar por los menos 69.000 mil dólares hacia la campaña de Sternad.
De ser hallado culpable, Rivera tendría que pagar una penalidad que podría ascender a unos 480.000 dólares.
Rivera también estuvo en la “mirilla” de las cortes en el año 2011 por una serie de supuestos manejos inapropiados de sus declaraciones tributarias y por un contrato con una compañía de juegos de azar cuando se desempeñaba como congresista estatal de la Florida.
El abogado Rick Yabor, quien brindaba sus servicios a Sternad, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que “Rivera ha contado con suerte por la parte penal, pero todavía falta la vía civil”. Y acotó: “Ya mi antiguo cliente [Sternad] lleva una vida normal y es todo lo que puedo decir”.
DIARIO LAS AMÉRICAS intentó comunicarse de manera infructuosa con el excongresista David Rivera. Ni llamadas telefónicas ni mensajes de texto fueron respondidos este miércoles.
Rivera en estos momentos está postulado como candidato por el distrito 105 de la Cámara de Representantes de la Florida, con miras a las elecciones de 2018, y el año pasado, en el marco de una campaña en la que se mantuvo al margen de los medios de comunicación, perdió en su aspiración por el escaño del distrito 118 de la Cámara estatal.