MIAMI.- El Estado de la Florida reinstauró la pena de muerte, tras 18 meses de espera, luego que la Corte Suprema de EEUU declaró "inconstitucional" la forma de decidir la condena en este estado y que el cuerpo legislativo floridano aprobara una revisión del proceso judicial.
De hecho, Mark Asay, de 53 años, de la raza blanca, que fue condenado a la pena capital por asesinar a dos hombres, uno de ellos afroamericano, fue adormecido antes de la inyección letal con la ayuda de un calmante que fue utilizado por el Estado floridano por primera vez.
De esta manera, el calmante, llamado etomidate y aceptado por la Corte Suprema del estado, reemplazó al anestésico midazolam que se usó antes.
Asay fue declarado muerte a las 6:22 pm del jueves 24.
Según el caso presentado durante el proceso judicial, Asay asesinó a Robert Lee Booker, de la raza negra, y a Robert McDowell, hispano blanco.
De esta manera, Asay se convirtió en el primer hombre blanco en ser ejecutado en la Florida por matar a un hombre de la raza negra.
Al menos 20 hombres de la raza negra han sido ejecutados en la Florida, tras ser condenados a la prensa de muerte por matar a hombres blancos.
Desde 1976 se han ejecutado en Florida a 93 reos, según las autoridades carcelarias de Florida. La penúltima ejecución fue realizada el 7 de enero de 2016, cuando el condenado, un asesino en serie, Oscar Ray Bolin, Jr., 54 años de edad, fue sometido a una dosis de inyección letal.
Actualmente, cerca de 400 personas, cuatro de ellas mujeres, esperan en el corredor de la muerte su ejecución mediante la inyección letal.