MIAMI. – La Universidad Estatal de Colorado (CSU) publicó su más reciente pronóstico para la temporada de huracanes del Atlántico, una actualización que, si bien ajusta levemente las cifras a la baja, mantiene a Florida como el estado con la probabilidad más alta de impacto en toda la nación, y subraya la necesidad urgente de preparación para sus residentes.
El nuevo informe, el tercero de la temporada 2025, proyecta una actividad "ligeramente superior a lo normal" con la formación de 16 tormentas con nombre, de las cuales ocho alcanzarían la categoría de huracán y tres se convertirían en huracanes mayores, es decir, de categoría 3 o superior.
Esta ligera reducción, en comparación con proyecciones previas que anticipaban 17 tormentas y cuatro huracanes mayores, obedece principalmente a niveles de cizalladura del viento más altos de lo esperado en el Caribe, un fenómeno que dificulta el desarrollo de los ciclones tropicales.
Los meteorólogos de CSU advierten que otros factores clave, como las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico, que permanecen más cálidas de lo habitual, y la persistencia de condiciones neutras del fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), crean un ambiente general propicio para la formación e intensificación de tormentas.
Impacto en Florida
Para el estado floridano, los datos son contundentes y colocan al estado en una posición de riesgo singular.
El estudio de CSU sostiene que Florida ostenta las mayores probabilidades de toda la costa estadounidense de que un ciclón tropical se acerque a menos de 50 millas de su litoral.
Asimismo, la probabilidad de que una tormenta con nombre afecte al estado es del 90%, la de un huracán es del 62% y la de un huracán mayor alcanza el 33%. Todas estas cifras superan los promedios históricos y refuerzan la vulnerabilidad geográfica del estado.
Expertos como el Dr. Phil Klotzbach de CSU insisten en un mensaje primordial que trasciende cualquier estadística: "Solo se necesita un huracán que toque tierra para que sea una temporada activa".
Esta advertencia busca contrarrestar cualquier falsa sensación de seguridad que pueda surgir de la ligera disminución en el pronóstico.
El informe también pone en contexto el impacto de tormentas menores, como la tormenta tropical Chantal, que causó daños significativos e incluso víctimas mortales, lo que demuestra que cualquier sistema ciclónico merece respeto y preparación.
Precauciones
Ante este panorama, las autoridades y los expertos reiteraron el llamado a la acción para todos los floridanos. La preparación integral no es una opción, sino una responsabilidad, según funcionarios gubernamentales.
Esta preparación abarca un enfoque multifacético que comienza mucho antes de que se forme una tormenta. Las familias deben desarrollar planes de emergencia detallados, que definan rutas de evacuación, puntos de encuentro y protocolos de comunicación.
Además, es fundamental el acopio de un kit de suministros robusto. Este debe contener agua y alimentos no perecederos para varios días, un botiquín de primeros auxilios, linternas, baterías, una radio meteorológica y copias de documentos importantes en un recipiente impermeable.
La protección de la propiedad es otro pilar esencial. Los residentes deben inspeccionar y reforzar sus hogares, la instalación de persianas contra tormentas o paneles de madera contrachapada, la poda de árboles cercanos a la vivienda y la revisión de las pólizas de seguro, con especial atención a la cobertura contra inundaciones, que no suele estar incluida en las pólizas estándar.
Mientras la temporada avanza hacia su pico, el mensaje para Florida es claro: el riesgo es elevado y la preparación es la mejor defensa. La vigilancia constante de las alertas oficiales y la adopción de medidas proactivas determinarán la resiliencia de la comunidad frente a la amenaza inminente de la temporada de huracanes.