lunes 30  de  septiembre 2024
COVID-19

Florida: Familia en duelo afronta la desolación de la pérdida

Germán Amaya murió en un hospital de Florida luego de varias semanas de batalla contra el COVID-19
Por REDACCIÓN/Diario Las Américas

MIAMI.- Durante 11 años y hasta que estalló la crisis del coronavirus, Germán Amaya trabajó en el lujoso hotel Fontainebleau de Miami Beach. Pero la pandemia le hizo perder el trabajo, por tanto su seguro médico y, finalmente, la vida.

Amaya murió en un hospital de Florida luego de varias semanas de batalla contra el coronavirus. El salvadoreño de 55 años dejó una familia devastada, que llora su muerte, reporta la agencia de noticias AFP,

La esposa de Amaya, Glenda, lo llevó al hospital el 15 de julio. Él no tenía ninguna condición médica previa, pero no podía respirar. Entonces, ya no tenía seguro médico pero fue atendido por los médicos como exige la ley.

Esa fue la última vez que Glenda vio a su marido.

"Les lloré, les supliqué que por favor me dejaran entrar, que necesitaba verlo, que yo era su esposa, necesitaba estar en ese momento con él", dice la mujer de 46 años, también salvadoreña, pero las instrucciones dadas por la autoridad federal de Salud prohíben el acceso a los pacientes para evitar más contagios.

Glenda se contagió primero en junio, cuando reabrió su pequeña peluquería, luego de que las autoridades locales retiraran ciertas restricciones y convocaran en parte la reapertura de la economía.

"Y sin darme cuenta contagié a todos en la casa", dice en su vivienda en Miami Gardens, en el condado Miami-Dade.

La abuela y la niña, Azareth, de 11 años, tuvieron síntomas leves. La madre y el hijo mayor, también llamado Germán, de 16, padecieron fiebres intensas.

Y Germán Amaya falleció el 7 de agosto tras una hospitalización de 24 días, nueve de ellos en coma.

"Fue todo tan rápido", dice Glenda.

Temida factura

Cuando toda la familia estaba enferma, la ciudad de Miami y sus zonas adyacentes se convertían en punto crítico de la pandemia. Hoy día, cuando Florida vuelve a bajar el índice de contagios, tras alcanzar el récor de más de 14.000 en un día, no obstante supera los 10.000 fallecidos. Sólo otros cuatro estados han alcanzado esa cifra: Nueva York, Nueva Jersey, California y Texas.

La familia ahora vive en carne propia uno de los temas más polémicos en el país: la manera en que funciona la atención sanitaria.

En Estados Unidos, la atención médica está vinculada al empleo. Es la única nación rica donde quedar desempleado --algo que ha ocurrido a millones de personas durante la pandemia-- significa también perder el seguro de salud.

Toda la familia dependía económicamente de Germán Amaya. Ahora, al dolor, se le suma la incertidumbre financiera, aunque hasta ahora no han recibido ninguna factura del hospital. Y probablemente nunca la reciban, ya que el Gobierno federal creó un fondo de ayuda, estimado en 100 mil millones de dólares, bajo la llamada Ley Care, para pagar gastos de hospitales relacionados con coronavirus.

De cualquier manera, la familia de Germán está enojada porque responsabiliza al hotel por no haber mantenido el seguro de salud de las personas despedidas.

Pero el hotel "no está obligado a proveer beneficios médicos a los trabajadores que despide, como ocurre con prácticamente todos los trabajadores privados", afirma Josh Herman, vicepresidente de mercadeo del Fontainebleau.

Herman también explica que los trabajadores despedidos tenían la posibilidad de afiliarse a un programa federal llamado COBRA, que les extiende la cobertura a su propio costo.

Sin embargo, la prima mensual de este programa es muy cara para un desempleado, dice a la AFP Eneida Roldán, profesora y presidenta ejecutiva de la Red de Asistencia Médica de la Universidad Internacional de Florida.

Los desempleados podrían optar entonces por al apodado Obamacare, el sistema de cobertura accesible creado por el expresidente Barack Obama, subsidiado en parte por el gobierno.

"Pero es un sistema complejo", concede Roldán, "no todo el mundo lo conoce y no existe educación ni transmisión de información sobre él".

Para la familia Amaya, ya es tarde. Les queda un sentimiento de rabia y abandono en su momento más difícil.

"Estoy furioso y decepcionado", dice Germán hijo. "Tuvimos que pelear para llegar adonde estamos", recalcó.

FUENTE: Con información de AFP

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