MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
Lo superan Texas y California, según un estudio de la organización no gubernamental Integrity Florida
MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
A pesar de que el Estado del Sol aún está entre los cinco primeros en corrupción, ya no ocupa el primer lugar.
Ese puede ser un premio de consolación, pero lo cierto es que, según Integrity Florida (una entidad no partidista que se dedica al estudio y promoción de la transparencia en el ejercicio del gobierno y a la denuncia de la corrupción pública) “las condenas federales por corrupción en la Florida tienden a disminuir”.
Sin embargo, en el último informe de esta entidad, la calificación de la Florida relacionada con las 14 categorías que miden la responsabilidad del gobierno por sus actos, cayó de menos C a menos D. Dos razones explican estas deficientes calificaciones. Primero, porque la comisión de ética de la Florida no tiene un presupuesto independiente y, segundo, porque no puede iniciar investigaciones de oficio, es decir, tiene que haber una demanda de por medio para que la comisión actúe.
De acuerdo con el informe, “Florida fue demasiado lejos en la negación de la corrupción pública y abusos a la ética. Sus ciudadanos han pagado un precio por esas prácticas no transparentes que les han costado a los contribuyentes mucho dinero público y han dañado la reputación del Estado.”
En el reporte de 2012 de Integrity Florida (IF), este Estado ocupaba el primer lugar, entre los años 2000 y 2010, en las condenas por corrupción federal. Ahora Texas es el “líder” en este aspecto, con 870 condenas por delitos federales, seguido por California con 678.
Por otra parte, entre 2011 y 2013 las condenas por corrupción pública estatal bajaron al cuarto lugar, por debajo de Texas, California e Illinois. Según IF, “la condenas por corrupción pública no se pueden interpretar, necesariamente, como una medida de riesgo de que el estado caiga en hechos de corrupción. Lo que podría indicar es que el Departamento de Justicia o el FBI están haciendo mejor trabajo en unos estados y no en otros, en perseguir la corrupción”.
Lo que ha cambiado
Ha habido en años recientes algunas medidas tomadas por el congreso estatal que han mejorada el clima ético de la Florida.
En 2013 y 2014, después de publicado el informe de IF, Tallhassee asumió algunas reformas.
Algunas de ellas fueron dos leyes, aprobadas en la legislatura de 2013, que contenían elementos como prohibir a quienes hubieran sido funcionarios electos, por un tiempo de dos años, hacer cabildeo en la rama ejecutiva. También prohibir a los empleados públicos estatales votar en temas que podrían significar para ellos ganancias o pérdidas privadas. Y obligar a que todos los candidatos hagan públicos sus informes financieros, presentados a la comisión de ética, y que estén disponibles en internet para ser vistos por el público.
Otras leyes propuestas propusieron, entre otras cosas, que la comisión de ética pudiera investigar, sin que hubiera necesidad de una demanda de por medio, a cualquier persona que debiera hacer públicas sus finanzas y acumulara el máximo de multas automáticas por no presentar a tiempo dichas declaraciones públicas y, sin embargo, continuara sin dar a conocer sus estados financieros.
El informe de IF de 2015 reconoce que la comisión de ética ha pedido, de manera consistente, a los legisladores estatales herramientas adicionales en el combate a la corrupción, como permitirle a esa entidad incrementar el precio de las multas por violaciones del código ético y permitir tocar las propiedades de quienes no quieran pagar esas penalidades.
Esas serán temas que se discutirán en la legislatura que empezará el próximo 12 de enero.
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