MIAMI.- El país continúa esforzándose por vacunar contra el COVID y la autoridad de Salud de Florida publica un informe, en el que plantea que el índice de vacunación en las zonas urbanas es superior al de las rurales, lo que preocupa a funcionarios y médicos del estado.
El informe no especifica el porcentaje de personas completamente vacunadas por condado, es decir las dos dosis requeridas por Pfizer o Moderna o la única que provee Johnson & Johnson, pero reporta que de los más de 19 millones de floridanos mayores de 12 años alrededor de 10.5 millones habrían recibido al menos una inyección.
Según el reporte, al menos el 55% de la población de 12 años o más habría recibido al menos una dosis de la inmunización, lo que sitúa al estado por encima de la media nacional de 53%.
No obstante, en 23 de los 67 condados de Florida, casi todos rurales y en gran parte situados en el norte de la península, las tasas se sitúan por debajo del 40 %.
De ellos, nueve condados no llegan al 30%, entre los que destaca Holmes, situado en la frontera con Georgia, que apenas denota 24% de vacunación.
“No me extraña. En las zonas rurales hay mayor tendencia al escepticismo. A la desconfianza. Y en ese tipo de población las dudas sobre la vacuna tienen un peso mayor”, comentó el Dr. Hugo Lara, médico especialista en enfermedades infecciosas.
A diferencia de Holmes, que cuenta con una población en torno a los 20.000 habitantes y el mayor porcentaje de voto republicano en el estado, el condado Sumter, con más de 93.000 habitantes y el índice poblacional de la tercera edad más alto en Florida, que también vota por el GOP, reporta el mayor índice de vacunación: 67%.
De hecho, el condado Miami-Dade, el más poblado de Florida, con cerca de tres millones de habitantes, y uno de los menos conservadores, junto a Broward y Palm Beach, denota que 66% de la población ha recibido al menos una dosis.
“Las disparidades en el acceso y la cobertura de la vacuna COVID-19 entre las comunidades urbanas y rurales pueden obstaculizar el progreso hacia el fin de la pandemia”, señaló un informe emitido por la autoridad nacional de enfermedades infecciosas CDC.
"Las autoridades y profesionales de la salud pública deben colaborar con los proveedores de atención médica, farmacias, empleadores, líderes religiosos y otros socios comunitarios para identificar y abordar las barreras a la vacunación COVID-19 en áreas rurales", subrayó.
El informe de los CDC señaló problemas como que los residentes rurales tengan que viajar más lejos para vacunarse y citó la "vacilación" de las vacunas en las zonas rurales, que es una "barrera importante que los profesionales de la salud pública, los proveedores de atención médica y los socios locales deben abordar para lograr la equidad en la vacunación".