Dos altos oficiales de la policía de Miami Beach, entre 2010 y 2011, utilizaron el sistema de emails de la alcaldía para enviar y recibir mensajes electrónicos con contenido racista y pornográfico, incluyendo videos.
Así lo reveló este jueves la fiscal estatal, Katherine Fernández Rundle, durante una conferencia de prensa en las que también estuvieron presentes el alcalde de Miami Beach, Philip Levine, el administrador de la ciudad, Jimmy Morales , el jefe de la policía, Daniel Oates, y altos funcionarios de investigación criminal de la fiscalía.
El Mayor Angel Velásquez y el teniente Alex Carulo enviaron sus emails a personal de la Policía, entre ellas el exjefe de esa institución Raymundo Martinez, quien recibió cinco de dichos mensajes. El primero de ellos fue despedido este jueves, en las horas de la mañana; el segundo fue degradado de capitan a teniente.
Además, la fiscalía identifico a otros 16 oficiales que enviaron y recibieron esos mensajes. “Estamos viendo si ellos tienen abiertos casos donde dichos oficiales están clasificados como testigos”.
Desde esta perspectiva ellos están involucrados, como testigos, en 540 casos, la mayoría son delitos menores cometidos en un 70% por blancos y en un 30% por negros. La fiscalía le está enviando a cada uno de los defensores de esos casos una advertencia con la información descubierta sobre las comunicaciones racistas de esos uniformados.
Según lo reveló Oates, la investigación arrancó el año pasado, en el mes de julio, y concluyó este jueves. “Vimos aproximadamente un millón de emails, de esa cantidad encontramos 240 que son ofensivos y violan las normas de la ciudad y las políticas del Departamento de Policía. Cerca de 40 policías recibieron esos 240 mensajes”, informó Oates quien añadió que al entrar a la institución encontró una cultura de mal comportamiento de los altos mandos del departamento que enviaba un mensaje equivocado a los buenos empleados.
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“Cualquier discriminación, basada en la raza, sexo u orientación sexual, nuca será tolerada. La verdadera justicia siempre debe dar respeto y sólo de esa manera será en sí misma respetable”, expresó Fernandez Rundle, quien indicó que no sólo estaban ofendidos por el contenido mismo de esos mensajes, sino que hayan sido aceptados dentro del Departamento de Policía.
Posibles acusaciones
De acuerdo con la fiscal, hay dos cosas que aún se deben resolver en este caso, para configurar una acusación específica: “primero, creemos que estas imágenes sexualmente explicitas muestran adultos, pero para ser absolutamente minuciosos, hemos enviado algo de ese material al centro nacional de niños desaparecidos y explotados para que sea revisado. Esto para asegurar que ninguna de esas imágenes muestran menores de edad. Segundo, también estamos investigando el envío, por parte del exmayor Velázquez, de la foto de la autopsia de un afroamericano a alguien externo a la alcaldía de Miami Beach. Si logramos demostrar que la ley fue violada en esas dos áreas, se les imputará cargos a los dos oficiales”.
Fernández Rundle advirtió, de manera enfática, que “no puede haber cabida en un departamento de Policía profesional a un comportamiento adolescente y una mentalidad de estudiante de secundaria, que estén detrás de la diseminación de material pornográfico que desprecian a las mismas personas que servimos: las mujeres y las minorías.
También dijo que su mayor preocupación es si el sentimiento revelado en los emails racistas puede reflejarse en el desempeño de esos policías en el cumplimiento de sus tareas cotidianas como autoridades que deben hacer respetar la ley.
Hubo antecedentes
Un mes después de ser nombrado Dan Oates como jefe de la Policía –junio de 2014- un alto oficial de asuntos internos se acercó a él para contarle que el ex Mayor Angel Velásquez había sido objeto de una investigación, en 2013, por una acusación de una influencia inapropiada en sus obligaciones.
Como parte de esa investigación, el jefe anterior de asuntos internos revisó algunos de los emails de Velásquez y ahí se dio cuenta de que enviaba y recibía pornografía a través del sistema de correo electrónico de la ciudad.
“Lo que entiendo es que el comandante de asuntos internos y el subjefe se dirigieron en varias oportunidades a mi predecesor (Ray Martínez), en 2013, y le pidieron que abriera una pesquisa en relación con la conducta del ex Mayor. Él no ordenó esa investigación y lo que ahora sé es que en diciembre de 2013 se le envió a Velázquez un memo de una página, en el que decía que había sido reprendido por “mal uso de los computadores”, explicó Oates.
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