CABO CAÑAVERAL.-Una fuga de combustible interrumpió el lunes la cuenta atrás para el lanzamiento del nuevo cohete lunar de la NASA. La fuga estaba en el mismo lugar en el que se identificó durante una prueba en primavera.
CABO CAÑAVERAL.-Una fuga de combustible interrumpió el lunes la cuenta atrás para el lanzamiento del nuevo cohete lunar de la NASA. La fuga estaba en el mismo lugar en el que se identificó durante una prueba en primavera.
Los controladores de vuelo espacial detuvieron la operación , que ya se hacía con una hora de retraso debido a tormentas de rayos en el mar. El proceso se reanudó despacio para ver si la fuga de combustible de hidrógeno podría empeorar, lo que casi con certeza pondría fin a la cuenta atrás, pero las alarmas forzaron otro receso.
El cohete de 98 metros (322 pies) es el más potente que ha construido nunca la NASA, incluso más que el Saturn V que llevó astronautas a la Luna hace medio siglo.
Las próximas fechas posibles de despegue son el 2 y el 5 de septiembre. Pero el problema tendrá que ser evaluado en detalle por los equipos de la agencia espacial antes de determinar cuándo ocurrirá.
El lanzamiento estaba originalmente programado para las 8:33 de la mañana desde la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy en Florida.
Pero a medida que amanecía sobre el enorme cohete naranja y blanco el despegue se hacía cada vez más improbable.
Los depósitos del cohete -el más potente del mundo- se fueron llenando durante la noche con más de tres millones de litros de hidrógeno y oxígeno líquidos ultrafríos.
Sin embargo, el abastecimiento comenzó con una hora de retraso debido al riesgo demasiado alto de relámpagos.
Luego, una fuga provocó una pausa durante el llenado del segmento principal con hidrógeno, antes de que se encontrara una solución y se reanudara el flujo.
Sobre las 7:00, se investigaba un nuevo problema. Uno de los cuatro motores RS-25, debajo del segmento principal del cohete, no pudo alcanzar la baja temperatura deseada, condición necesaria para poder encenderlo.
La cuenta regresiva se detuvo y, después de más de una hora y media de espera mientras se intentaba solucionar el problema, la directora de lanzamiento de la NASA, Charlie Blackwell-Thompson, tomó la decisión de cancelar.
No había ningún astronauta en la cápsula Orion sobre el cohete en el Centro Espacial Kennedy de la NASA. En su lugar, tres muñecos de pruebas estaban sujetos en los asientos para la misión orbital, que se esperaba durase seis semanas.
Pese a la falta de pasaje, miles de personas llenaban la costa para ver el despegue del Sistema de Lanzamiento Espacial, o SLS por sus siglas en inglés. La vicepresidenta, Kamala Harris, viajó a Orlando con su esposo, pero aún no había hecho el trayecto de una hora por carretera hasta Cabo Cañaveral.
Las fugas de hidrógeno han empañado los preparativos de la NASA desde abril, y han requerido una serie de reparaciones. La prueba se repitió con más éxito en junio, aunque también hubo algunas pérdidas. Los responsables dijeron que no sabrían con certeza si las reparaciones habían funcionado hasta que se intentara cargar los tanques del cohete con casi un millón de galones (4,5 millones de litros) de combustible frío el lunes.
La directora de lanzamiento, Charlie Blackwell-Thompson, y su equipo también tuvieron que lidiar con un problema de comunicación de la cápsula Orion.
Los ingenieros trataban de comprender una demora de 11 minutos en las comunicaciones entre el Control de Lanzamiento y la Orion detectado el domingo por la tarde. Aunque el problema se había resuelto para el lunes por la mañana, la NASA necesitaba saber su origen antes de ejecutar un lanzamiento.
El primer vuelo del programa de exploración lunar de la NASA del siglo XXI, llamado Artemis (Artemisa), por la hermana melliza del dios mitológico Apolo, lleva años de retraso. Sucesivos aplazamientos han provocado sobrecostes presupuestarios: esta demostración costaría 4.100 millones de dólares.
Si la prueba salía bien, el segundo vuelo llevaría astronautas para rodear la Luna en un viaje de ida y vuelta a partir de 2024. Después podría haber un alunizaje de dos personas para finales de 2025. NASA tiene la vista puesta en el polo sur del satélite.
Orion se lanzará sin tripulación en órbita alrededor de la Luna, para verificar que el vehículo sea seguro para los futuros astronautas, entre los que se prevé enviar la primera mujer y la primera persona de color a la superficie lunar.
"Esta misión lleva consigo los sueños y esperanzas de muchas personas", dijo el jefe de la NASA, Bill Nelson. "Ahora somos la generación Artemis".
Dos minutos después del lanzamiento del SLS, los propulsores regresarán a la Tierra para caer en el Atlántico. Ocho minutos después, el segmento principal se separará y aproximadamente una hora y media después, un último impulso enviará la cápsula rumbo a la Luna, adonde tardará varios días en arribar.
El principal objetivo de Artemis 1 es probar el escudo térmico de la cápsula, que regresará a la atmósfera terrestre a casi 40.000 km/h, y a una temperatura la mitad de la de la superficie del Sol.
En lugar de astronautas, se colocaron maniquíes a bordo, equipados con sensores que registran las vibraciones y los niveles de radiación.
La cápsula se aventurará hasta 64.000 km detrás de la Luna, la mayor distancia que haya alcanzado una nave adaptada para acoger tripulación.
FUENTE: Con información de AP