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lunes 9
de
septiembre 2024
MIAMI.- Miami Dade College (MDC) cumple 60 años en medio de los retos que impone la necesidad del distanciamiento social por el curso de la pandemia y los recortes presupuestales que a su paso por el estado de Florida dejen los efectos del coronavirus.
DIARIO LAS AMÉRICAS entrevistó a Rolando Montoya, presidente interino de la institución, la más grande de su tipo en EEUU, quien elogió el avance del centro durante seis décadas, al tiempo que se refirió a una “preocupante” disminución en el nivel de matrículas para el periodo de otoño.
¿Qué significa llegar a seis décadas de existencia?
Es emocionante llegar a los 60 años de esta institución, no solo a nivel comunitario e institucional, sino inclusive a nivel personal porque en esos 60 años yo he estado trabajando en esta institución por un total de 33 años. Así que un poco más de la mitad de la historia de esta institución ha coincidido con mi presencia aquí en diferentes posiciones. Esta institución es el motor de movilidad social en nuestra comunidad y es la entidad que prepara a la fuerza de trabajo de nuestro condado. Antes de la existencia de esta institución, los estudiantes no tenían oportunidad de lograr una educación universitaria pública. Si querían estudiar se tenían que ir para otras ciudades de la Florida como Tallahassee, Orlando o Gainesville, y en el año 60 el Gobierno del estado tuvo la magnífica idea de aprobar la fundación del Miami Dade College, que inicialmente era un departamento del Sistema Escolar de kindergarten a 12 grado y un par de años después el College adquirió su independencia total como una institución universitaria autónoma y eso alivió muchísimo las oportunidades de estudio en nuestra comunidad, ayudando a mucha gente a hacerse profesional, avanzar en sus carreras, mejorar el nivel de vida, proveer bienestar para su familia, ser ciudadanos más activos y con más presencia cívica. Así que el MDC es un bastión de movilidad social y de desarrollo económico y cultural.
Es cierto que el MDC ha tenido un crecimiento encomiable. ¿Qué viene a partir de estos 60 años para la institución?
En estas circunstancias que estamos viviendo, lo primero que estamos haciendo es mejorar e invertir en métodos de enseñanza remota y en línea con las mejores tecnologías disponibles en el mercado. Lógicamente, queremos que la situación se normalice y que pronto podamos tener la presencia de estudiantes en nuestros campus, aunque sea con menor densidad de la que históricamente hemos tenido. En otras palabras, con educación híbrida, incluyendo algunos componentes en línea y otros cara a cara. La otra estrategia que estamos siguiendo es analizar muy bien el mercado de trabajo para determinar claramente cuáles son las carreras para las cuales hay empleo disponible en la comunidad, por ejemplo, en seguridad cibernética, que es importantísima en estos días en que las computadoras se utilizan muchísimo más para todo tipo de tareas. Otro ejemplo de menos tecnología, pero igualmente importante es el entrenamiento de personas que cuidan niños o que enseñan a nivel de prekindergarten o kindergarten porque con esta situación [de la pandemia] los padres necesitan más ayuda que nunca con el cuidado de los niños. Pero, además, tenemos todo tipo de programas como mercadotecnia digital, finanzas, diseño gráfico, animación y juegos e ingeniería y todo eso es con la ayuda de representantes del sector industrial y de negocios que nos están guiando en términos de dónde están las oportunidades de trabajo para que creemos los programas adecuados y que la gente que se gradúa no esté desempleada, sino que inmediatamente se coloque en la industria y el comercio de nuestra comunidad.
Sabemos que la pandemia de coronavirus ha impactado a muchas áreas de la vida. ¿Ustedes como institución han sido golpeados?
Sí, nos ha impactado significativamente. El nivel de matrícula de este semestre de otoño que comenzó el 1ero. de septiembre ha sufrido una merma. Tenemos una disminución en el número de estudiantes de aproximadamente el 12%. Hemos conversado con estudiantes que estaban aquí en el verano y la primavera y con estudiantes que se graduaron de enseñanza secundaria y solicitaron admisión al College y la admisión les fue otorgada, pero finalmente no se matricularon. Entrevistamos a representantes de ese 12% que decidió no venir e increíblemente una de las razones principales es que ellos quieren clases cara a cara porque no les satisface la enseñanza remota y, por supuesto, hay un grupo minoritario que más bien lo que siente es miedo de venir al campus a los cursos híbridos. En mayor grado, la juventud no teme mucho a venir a las instituciones educativas. Así lo están haciendo masivamente a lo largo de todos los Estados Unidos y, de hecho, no han tenido el mejor comportamiento, lo cual ha aumentado el contagio del coronavirus, pero definitivamente nosotros queremos ir normalizando y ofrecer más clases presenciales porque eso es lo que demanda el grupo que no decidió venir. El efecto que esto tiene en las finanzas de nuestra institución es de 1.4 millones de dólares por cada punto porcentual de disminución dentro de ese 12%.
Es una situación realmente compleja.
El golpe financiero es serio. La otra cuestión es que nuestro ingreso proviene de lo que los estudiantes pagan por la matrícula y la otra mitad de lo que el estado de la florida asigna a esta institución pública y, como hemos estado en recesión económica, el estado ha colectado muchísimo menos en impuestos durante los últimos seis meses y vamos a sufrir ciertos cortes en el presupuesto estatal. No queda más remedio. En el largo plazo una situación como la que estamos viviendo no es sostenible. Así que para nosotros es fundamental que la vacuna contra el coronavirus se descubra, que las terapias que ayuden a curar a la gente también se desarrollen y que la tasa de pruebas positivas baje.
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@danielcastrope