jueves 13  de  febrero 2025
SOLIDARIDAD

Oran en Miami por cubanos en huelga de hambre

Empeora la salud de cerca de 20 opositores que reclaman solidaridad internacional para exigir el cese de la represión

Cerca de 500 feligreses de diversas nacionalidades acudieron al Santuario Nacional La Ermita de la Caridad, en Miami, para orar por las vidas de los cerca de 20 opositores cubanos que protagonizan una huelga de hambre en la isla para exigir el cese de la represión contra la oposición, entre los que se encuentran el premio Sájarov Guillermo Fariñas.

Entre los asistentes a la ceremonia eclesiástica en Miami, que fue presidida por el padre Carlos Jesús Céspedes, estuvo el líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, que regresará a Cuba en los próximos días.

“La situación es crítica. Fariñas, Carlos Amel Oliva y seis huelguitas más corren un serio peligro”, señaló Ferrer a DIARIO LAS AMÉRICAS.

De hecho, Fariñas y Carlos Amel fueron hospitalizados por deshidratación, y en el caso de Fariñas “los riñones comienzan a tener problemas”.

Sobre la intervención de un mediador, entre los huelguistas y el Gobierno cubano, Ferrer comentó: “El Gobierno no ha mostrado interés”.

Y luego subrayó: “Si la Iglesia católica no intercede, como hizo en el pasado, temo que la vida de los huelguistas está en peligro”.

La huelga de hambre persigue al menos “la solidaridad” con la oposición en Cuba. “Gobiernos, como los de EEUU y Europa, que actualmente negocian ciertas cosas con Cuba, deben tratar traten de influir para que cese la represión”, comentó Ferrer.

“Sabemos que la represión no va a terminar hasta que no termine la dictadura pero tenemos que llamar la atención para obtener la solidaridad internacional”, señaló.

Por otra parte, María Elena Alpízar, vocera del grupo disidente cubano Damas de Blanco, resaltó la importancia de dedicar la misa a los huelguitas.

“Tenemos que apoyar esta huelga para que cese el atropello contra los opositores”, exclamó.

Y relató cómo las autoridades policíacas cubanas obstaculizaron el desarrollo del funeral de la miembro del grupo Gisela Sánchez, que falleció el pasado viernes 5 de agosto.

Agentes de la Seguridad del Estado le dijeron al hijo de la activista fallecida, Reynold Vicente Sánchez, que "no podía poner la bandera cubana sobre el ataúd".

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