MIAMI.- El número de abortos realizados en Florida sigue en aumento anualmente, debido a que siguen teniendo un impacto significativo en las cifras oficiales las interrupciones de la gestación realizadas por residentes de otros lugares del país que se desplazan hasta el Estado del Sol.
Según datos actualizados de 2023 proporcionados por la Agencia para la Administración de la Atención Médica, publicados el 31 de enero, el año pasado se realizaron 84.052 abortos en Florida. Esto representa un incremento en comparación con los 82.192 registrados en 2022, lo que refleja una tendencia preocupante en el estado.
De acuerdo con las estadísticas gubernamentales, este aumento en el número de abortos fue impulsado principalmente por pacientes que no son residentes de Florida, pero viajaron al estado para someterse al procedimiento por restricciones en sus lugares de origen.
En el último año, 7.736 personas provenientes de otros estados se practicaron abortos en Florida. Este dato representa un aumento del 15% en comparación con el año anterior.
Sin embargo, el incremento fue aún más notable en 2022, cuando los abortos realizados por personas de fuera del estado aumentaron un 38% respecto al año inmediatamente anterior.
Por qué aumentaron los abortos
El aumento se explica por cuanto la mayoría de los estados vecinos de Florida tienen leyes restrictivas sobre el aborto, dado que algunas limitan el acceso después de las seis semanas de embarazo y otras después de la concepción, con excepciones muy limitadas.
Actualmente, la Corte Suprema de Florida está considerando una impugnación legal a la prohibición estatal del aborto a las 15 semanas. Si se mantiene esta prohibición, una ley que impone una prohibición a las seis semanas, promulgada por el gobernador Ron DeSantis el año pasado, entraría en vigor después de 30 días.
Además, un tribunal está evaluando si debe excluir de la boleta electoral de Florida una propuesta de enmienda constitucional que busca proteger el derecho al aborto.
Piden bloquear enmienda proaborto
En ese contexto, el estado ha solicitado a los jueces que bloqueen esa medida. A pesar de ello, el grupo que respalda la propuesta ha logrado reunir casi un millón de firmas de votantes, mucho más de las 891.523 necesarias para que la propuesta sea sometida a votación.
A principios de este mes, un tribunal de Florida escuchó argumentos sobre la enmienda constitucional en ciernes, pero aplazó la toma de una decisión.
Por tanto, el 1 de abril el tribunal debe decidir si aprueba el texto de la medida, que dice: “Ninguna ley prohibirá, penalizará, retrasará o restringirá el aborto antes de su viabilidad o cuando sea necesario para proteger la salud de la paciente, según lo determine el proveedor de atención médica de la paciente”.
Los grupos antiaborto y la propia fiscal general del estado han pedido al tribunal superior de Florida que detenga la propuesta.
La fiscal Ashley Moody presentó un expediente judicial que señala la propuesta electoral como una “estrategia tortuosa” para “engañar a los votantes”.
Por su parte, los defensores de la enmienda sostienen que el lenguaje de la pregunta en la boleta electoral y la enmienda propuesta son concisos y que la fiscal Moody supuestamente “está jugando a la política”, en lugar de dejar que los “votantes decidan” si protegen el acceso a los abortos.
“El lenguaje y la enmienda son claros e inequívocos”, dijo Courtney Brewer, abogada de Floridians Protecting Freedom, después de una audiencia. “Los votantes de Florida podrán entender eso y, según el interrogatorio de hoy del tribunal, estoy seguro de que ellos también lo entenderán”.