MIAMI.-SERGIO OTÁLORA
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Diversidad de opiniones en el exilio sobre el viaje del presidente Obama a La Habana
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“Un McDonald´s en La Habana no cambia las características del régimen cubano”, sentenció el alcalde de la ciudad de Miami, Tomás Regalado, como reacción a la visita del presidente Barack Obama a la isla en el próximo mes de marzo.
“La visita es inevitable, pero no debe ser una reunión protocolar. Debe pronunciarse a favor de la democracia en Cuba. Ese sería el fin ideal [de la presencia del primer mandatario estadounidense en la isla].
Por su parte el representante estatal republicano, Carlos Trujillo, no le ve ningún sentido al viaje presidencial a Cuba. “No sé si esté también interesado [Obama] en visitar Corea del Norte y otros países que oprimen y matan a disidentes políticos”, apuntó. Y añadió que “el gobierno cubano no está proponiendo ninguna solución por la violación de derechos humanos que ha existido en la isla por más de cincuenta años”.
Reacciones parecidas tuvo la representación cubanoamericana en el congreso federal. El congresista republicano Carlos Curbelo afirmó que “es deplorable que el presidente del país más libre del mundo le conceda el prestigio y la legitimidad de la presidencia de Estados Unidos a un dictador antiamericano”. Además, enfatizó en que en todo el proceso de negociación que se ha dado entre los dos países, “la gran ganadora ha sido la dictadura cubana, que ha recibido un salvavidas financiero por parte de la administración Obama”.
La congresista, también republicana, Ileana Ros-Lehtinen tuvo palabras más radicales sobre la decisión de la Casa Blanca: “Este anuncio es como una bofetada a la memoria de los pilotos de los Hermanos al Rescate, tres ciudadanos y un residente estadounidenses, quienes fueron asesinados por los Castro, y para aquellos que por años han huido de la opresión en Cuba, el ver al Air Force One aterrizar en la Habana. […] La Administración Obama ha decidido doblegarse frente a los autócratas que reinan en Cuba”.
Por su parte, el congresista republicano Mario Díaz-Balart fue duro en su evaluación del viaje de Obama a La Habana, al que señaló como la “última concesión de las tantas que el presidente le ha hecho a los dictadores” y remató con una consigna: “el pueblo cubano será libre. Desafortunadamente, lo será a pesar de la alianza del presidente Obama con los opresores de ese pueblo”.
Al margen
Pero, como es obvio, no todos los líderes políticos del sur de la Florida comparten esas apreciaciones.
El exalcalde de Hialeah, y activista demócrata, Raúl Martínez, cree que hay personas que se metieron en “la jaula” de un proyecto que se les está saliendo de las manos. “Aquí hay mucha gente que ha convertido la causa cubana en una cuestión electoral para poder sobrevivir. Se postularon contra los Castro pero no dijeron nada sobre qué problemas iban a resolver. Y si ir contra los Castro fue para lo que se postularon, y no pudieron resolver ese problema, tienen que reconocer su fracaso”.
Además, Martínez denunció la doble moral de esos políticos del sur de la Florida que “te vienen con una retórica y después, en Washington, salen a fiestear y reciben dinero de gente que está haciendo negocios en Cuba”.
Compensaciones
Este jueves corrió el rumor de que el alcalde de Miami Beach, Philip Levine, podría formar parte de la comitiva del presidente Obama en su viaje a Cuba. El edil negó esa posibilidad, pero, al mismo tiempo, destacó que “lo importante es enfocarse en las reparaciones y compensaciones de los cubanoamericanos que perdieron sus propiedades, sus medios de subsistencia, y quien mejor para representarlos que el presidente de Estados Unidos”.
Sin embargo, el gobierno cubano siempre ha dicho que Estados Unidos le debe miles de millones de dólares por los daños financieros y humanos producidos por el “bloqueo”. Para Levine, llegar a una compensación justa para quienes lo perdieron todo después de la revolución, “tiene que ser fruto de una negociación. Que el presidente esté en la isla representa la seriedad y la necesidad de que los cubanoamericanos estén representados y tengan la seguridad de ser compensados de manera justa por las pérdidas que tuvieron a lo largo de los años.”
Por otra parte, el edil de Miami Beach –muy cercano a la familia Clinton – cree que “el capitalismo ha creado grandes libertades y oportunidades para el pueblo de Cuba”.
El embargo
Y en medio de todo esto, se encuentra el espinoso tema del embargo. Levine ve muy difícil –“aunque no imposible”- que se levante en el último año de la administración de Obama.
Curbelo reiteró que en el Congreso hay una coalición bipartidista que mantiene las sanciones contra la isla. Pero Martínez advirtió que “hay un grupo de legisladores republicanos, apoyado por la Cámara de Comercio estadounidense, que está preparando un anteproyecto de ley para eliminar el embargo y será presentando en algún momento en el verano”.
Sea lo que fuere, mientras Martínez cree que debe asegurarse de que esos “empresarios no vayan a Cuba a comprar mano de obra barata, a esclavizar más de lo que está al pueblo cubano”, la miembro de la junta escolar del condado Miami-Dade, y candidata a la alcaldía del mismo, Raquel Regalado, no piensa que el gobierno de Cuba “dé seguridad jurídica a los diferentes gobiernos –incluido el de Estados Unidos- para hacer negocios en la isla”.
Por ahora, tampoco parece que las noticias de la visita de Obama a Cuba hayan cambiado la postura de Miami de rechazar la existencia de un consulado de Cuba en la llamada capital del exilio. El alcalde Regalado redobló su negativa a esa posibilidad, al tiempo que el presidente de la Comisión del Condado Miami-Dade, Esteban Bovo, indicó que “tener el símbolo de lo que ha causado el exilio sería una burla”.
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