miércoles 1  de  octubre 2025
ANÁLISIS

Por qué apoyar a Israel es defender el futuro de la civilización

Si Israel cae, si el pueblo judío es abandonado otra vez, cada democracia que defiende la libertad, la fe y la dignidad humana será el siguiente objetivo

Diario las Américas | RENÉ GARCÍA
Por RENÉ GARCÍA

La semana pasada estuve en un lugar marcado por el mal más atroz. Caminé por un kibutz en silencio, donde familias enteras fueron asesinadas en sus casas. Visité el terreno del festival de música Nova, que antaño fue un espacio de alegría y hoy es un cementerio de inocentes. Verlo con mis propios ojos me recordó la brutalidad que sufrió Israel aquel 7 de octubre de 2023 y por qué el mundo no debe olvidar nunca.

Lo que allí ocurrió no fue una guerra ni un acto de resistencia. Fue barbarie pura. Niños degollados, mujeres ultrajadas, familias quemadas vivas, padres ejecutados delante de sus hijos, e hijos asesinados frente a sus padres.

La tragedia no terminó ese día: aún hay rehenes, mujeres, ancianos, incluso bebés, que siguen en manos de Hamás. Sus familias despiertan cada mañana con la angustia de no saber si siguen vivos.

Esta no es únicamente la batalla de Israel: es la de toda la humanidad. Hamás no ataca solo a judíos o a israelíes, su odio se dirige contra todos nosotros, contra el mundo libre, contra Occidente, contra la civilización judeocristiana. No buscan convivir, sino exterminar.

Si Israel cae, si el pueblo judío es abandonado otra vez, cada democracia que defiende la libertad, la fe y la dignidad humana será el siguiente objetivo.

Por eso, la ola creciente de antisemitismo en Estados Unidos debería preocuparnos a todos. En universidades se corea apoyo a Hamás, en redes sociales se minimizan o niegan las atrocidades y en la política hay quienes dudan en llamar al mal por su nombre. Los mismos discursos de odio que durante siglos alimentaron pogromos y el Holocausto vuelven a aparecer, disfrazados de “justicia” o “resistencia”.

Tras aquel 7 de octubre, yo mismo inicié un camino espiritual personal. Ser testigo de tanta crueldad me obligó a mirarme por dentro como nunca antes. Me hice preguntas sobre la fe, sobre el propósito y sobre el mundo que debemos defender y comprendí algo esencial: Israel no solo defiende su derecho a existir, también protege los valores que sostienen nuestra forma de vida: la libertad de expresión, la libertad religiosa y la igualdad ante la ley.

Defender a Israel es defendernos a nosotros mismos.

Como estadounidenses y especialmente como judeocristianos, tenemos la obligación de apoyar a nuestros hermanos en Israel. No hace falta coincidir en cada decisión política, pero sí mantenernos firmes en lo esencial: el terrorismo es maldad, el antisemitismo es veneno y callar frente al odio es complicidad.

El 7 de octubre Hamás creyó que podía quebrar el espíritu de un pueblo, pero lo que consiguió fue demostrar que la supervivencia de Israel no es negociable.

El pueblo judío ya ha resistido otras formas de maldad en el pasado. Resistirá también a Hamás.

Ahora la pregunta es: ¿Estaremos nosotros, el mundo libre, a su lado?

Hoy es el momento de la valentía, de la claridad moral y de la solidaridad porque defender a Israel es defender el futuro mismo de la civilización.

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René García, Comisionado del Condado Miami-Dade, Representante del Distrito 13.

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