MIAMI.- La postura del presidente Donald Trump sobre la autonomía que tiene para lanzar un ataque militar en contra de Irán, sin que medie la aprobación del Congreso, creó un clima de preocupación entre analistas republicanos y demócratas del sur de la Florida.
Por el lado demócrata, el exembajador de Estados Unidos ante la OEA y actual comisionado de la municipalidad floridana de Key Biscayne, Luis Lauredo, afirmó en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS que Trump es consistente entre lo que el analista califica de “ignorancia”, por parte del presidente, y “también con el irrespeto a las instituciones constitucionales de nuestro país”.
Mientras, y en sentido completamente opuesto, el economista y analista político conservador Frank Rodríguez aseguró que “todos los presidentes han tenido el poder de comenzar acciones bélicas sin el permiso previo del Congreso, no obstante la Constitución”.
Lo cierto es que el titular de la Casa Blanca tiene claro que puede actuar contra Irán bajo su propia discreción, aunque aseguró que “me gusta mantener [al Congreso] al día, legalmente no tengo por qué hacerlo”.
Al mismo tiempo, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró que “[Trump] necesita la aprobación del Congreso antes de iniciar hostilidades militares con Irán”.
El exembajador Lauredo opinó que “Trump tiene un marcado desprecio por el Congreso, la Corte Suprema y otras instituciones”. Y precisó: “Creo que él es consistente con lo que siempre he dicho y es que más allá de cualquier diferencia filosófica o de partido que uno pueda tener, este es el primer presidente que le puede hacer un daño permanente a esta gran nación porque está atacando a nuestra institucionalidad”.
Añadió que “el Congreso es el que tiene el derecho, el único derecho, bajo la Constitución, de declarar guerras a través de resoluciones y todos los presidentes lo han hecho”. Más adelante agregó que no le sorprende la postura del presidente Trump. “No me sorprende, y me da tristeza decirlo”, aseveró.
Para el exdiplomático, las instituciones que “más ataca Trump” son las que “mantienen a este país en paz y prosperidad desde hace más de 250 años”, lo que —desde su punto de vista— “nos convierte en una democracia sólida que ha demorado tanto tiempo y por ello tenemos un país formidable, gracias al respeto por esas instituciones”.
El presidente Trump estuvo a punto de ordenar la semana pasada una acción militar en contra de Irán tras el derribamiento de un dron valorado en más de 100 millones de dólares en el estrecho de Ormuz, y luego de retractarse prefirió decretar nuevas sanciones dirigidas a la república Islámica, sin descartar futuros ataques militares.
“No puede declarar una guerra”
Rodríguez, por su parte, insistió en que el mandatario estadounidense tiene la potestad de ordenar por sí mismo y sin el aval del cuerpo legislativo una acción bélica en territorio iraní, y opinó que “lo que no puede hacer el presidente es declarar una guerra, pero –aclaró- ya eso no se usa”.
Acotó que “la última [confrontación bélica de alcance mundial] fue la Segunda Guerra Mundial, y de Corea para acá el Congreso [de EEUU] no ha declarado ninguna guerra y solo ha apoyado al presidente a posteriori”.
En opinión del analista republicano, “el poder del Ejecutivo fue creciendo a medida que Estados Unidos se iba convirtiendo en una potencia mundial y hoy es la única potencia global capaz de intervenir en cualquier continente, sin más ni más”.
Puntualizó que “como hoy el Partido Demócrata le tiene declarada la guerra a Trump, por eso interponen el argumento de pedirles permiso. Eso no ocurriría si el presidente fuese de su partido o de su agrado”.
La salida de EEUU del acuerdo acuerdo nuclear con Irán, que data de 2015, y la reinstauración de las sanciones contra Teherán, agudizaron la crisis en el Oriente Medio. Por su parte, el país islámico ha cuadriplicado su producción de uranio enriquecido, mientras que amenazó con fabricar más armas nucleares en julio próximo.
La respuesta de Estados Unidos ha sido el envío de un portaaviones a la región del Golfo Pérsico y el despliegue de tropas adicionales, además de las decenas de miles de soldados que ya tiene en la región, lo que podría poner a los dos países al borde de un eventual conflicto militar.