MIAMI.- “Haremos un esfuerzo supremo para finalizar las obras”, expresó Raúl Valdés-Fauli en entrevista exclusiva para DIARIO LAS AMERICAS, a un mes de haberse posesionado como el nuevo alcalde de La Ciudad Bonita.
MIAMI.- “Haremos un esfuerzo supremo para finalizar las obras”, expresó Raúl Valdés-Fauli en entrevista exclusiva para DIARIO LAS AMERICAS, a un mes de haberse posesionado como el nuevo alcalde de La Ciudad Bonita.
Heredó dos proyectos que han sido polémicos por los retrasos y la supuesta “negligencia” de los contratistas, como lo expresaron los comerciantes de ambas calles. “Yo no tuve nada qué ver en su planificación ni en su ejecución”, aclaró Valdés-Fauli.
Al mismo tiempo, el alcalde aseguró que su administración trabajará desde el área de mercadeo para que esas dos calles emblemáticas de la ciudad sean visitadas por la mayor cantidad posible de personas. “Les vamos a dar mucha publicidad para ayudar a los comerciantes”, indicó.
Durante los meses previos a la elección de alcalde y dos comisionados, se habló bastante de la posibilidad de que las nuevas autoridades de la ciudad compensaran las pérdidas generadas por los retrasos en los trabajos.
“No hay posibilidad de compensación para los dueños de negocios o para los arrendatarios”, enfatizó el alcalde. “No habrá facilidades como exención de impuestos o dinero en efectivo. Además, esos beneficios irían al propietario no al inquilino”, precisó. El comisionado Vincen Lagos tampoco cree que la Ciudad pueda ofrecer alivios económicos a los comerciantes, como lo indicó también en entrevista para DLA.
Atraer empresas tecnológicas
Desde 1971 Valdés-Fauli vive en Coral Gables. En 1960, a la edad de 16 años, llegó en compañía de sus padres a Estados Unidos. Habían salido de Cuba, meses después de la revolución.
Durante ocho años fue alcalde de la ciudad que hoy vuelve a dirigir, en medio de una gran congestión vehicular, de un desarrollo económico que podría poner en peligro el sueño y el legado de George Merrick, el creador de una ciudad que cumplió en 2015 90 años de fundada.
“Las cosas tienen que cambiar para que permanezcan iguales, como lo escribió el príncipe de Lampedusa en El Gatopardo”, afirmó el alcalde, con la idea de que es posible mantener, al mismo tiempo, la visión de Merrick pero “con proyectos creativos, parques, arquitectura tipo mediterráneo y el concepto original de que el costado oriental de la calle Le June [columna vertebral de Coral Gables] debe ser comercial y el lado occidental debe ser siempre residencial”.
Tal vez no haya un código de zonificación más estricto que el de Coral Gables. En la actualidad, por un acre hay la autorización de construir 25 unidades de tres o cuatro habitaciones. “Yo quisiera bajar esa medida, hacer unidades de una y dos habitaciones para incentivar a quienes vendan sus casas a quedarse en Coral Gables”, explicó Valdés-Fauli.
Pero quiere seguir con el límite de 95 pies de altura de los edificios. Sin embargo, puede haber variantes, acuerdos, condiciones en caso de que se aceptaran cambios en las regulaciones. “Las haríamos pero bajo la condición de que nos den parques o que la estructura esté alejada de las zonas residenciales”.
Se trata, según el alcalde Fauli, de asumir el reto del desarrollo “lógico y racional para evitar grandes masas de construcción”. Pero, sobre todo, enfrentar el desafío de atraer gente joven, que el municipio sea un centro de tecnología, de innovación para Centro y Sur América, “como lo fuimos hace ocho años, para las empresas transnacionales”, recordó.
Por lo tanto quiere esa combinación de ciudad internacional, pero con ese sabor de pueblo pequeño, de calles estrechas, casas inmensas y árboles entenarios, “un sitio agradable para vivir”.
Ni Trump, ni Scott, pasan por sus coordenadas. “Lo claro es que debemos recoger la basura cada dos días. Ahí los residentes sí se enteran de quién es el alcalde”.
Vince Lago: “Las quejas de los comerciantes son muy válidas”
S.O
MIAMI.- Tanto en el proyecto de Miracle Mile como en el de la Avenida Giralda hubo errores de diseño, por parte de arquitectos e ingenieros, con respecto al sistema de drenaje.
Según el comisionado de Coral Gables, Vince Lago, otro de los factores de las demoras es el tipo de adoquín que se escogió para la Giralda. “Yo me opuse a ellos porque eran increíblemente costosos, habrían podido ser de concreto, como los de Miracle Mile, pero los de Giralda son de granito”.
Pero el punto central que destacó Lago, en conversación con DIARIO LAS AMÉRICAS, es que Miracle Mile, una calle considerada el motor económico de la ciudad, fue descuidada en sucesivas administraciones. Según él, en los últimos 30 años hubo muchas palabras pero poca acción para atender una vía fundamental, el corazón de la actividad comercial del municipio.
Lago recordó que “el 45% de nuestros impuestos provienen del 10% del distrito de negocios, de Giralda y Miracle Mile”. Dijo haberle causado siempre perplejidad el hecho de no haber intervenido antes en esas calles para asegurar una inversión.
Lo concreto es que hubo varios estudios que indicaron que era necesario una gran reconstrucción de esas dos vías neurálgicas. “Requerían un relanzamiento y uno de los problemas era el drenaje localizado debajo de Miracle Mile, que no se había cambiado en cerca de 60 años”.
El plan del Condado Miami-Dade era cambiar todas esas viejas tuberías en 2018, sin la participación del municipio. “No íbamos a reconstruir las dos vías, en 2016 y 2017, para volverlas a romper al año siguiente. Lo que hicimos, entonces, fue dar un paso atrás y coordinar con el Condado el reemplazo de esas cañerías”.
Las viejas tuberías estaban tapadas por dentro con residuos de material orgánico. Por lo tanto eso obstruía el paso del agua y cuando había lluvia, por más leve que fuera, se presentaban inundaciones e incluso el agua llegaba hasta las puertas de los locales comerciales.
Las discusiones
De acuerdo con Lago, la Comisión y quienes estaban detrás del proyecto alertaron a los residentes y comerciantes que esa reforma “podría ser catastrófica para los negocios. Tuvimos cerca de 30 foros públicos y audiencias en las que la comunidad fue informada”.
El comisionado Lago encuentra “válidas las quejas de los comerciantes. Para mí son dolorosas las pérdidas que han tenido y los que se han visto obligados a cerrar sus negocios”.
Dijo que los dos proyectos están muy cerca de su fin: el de Giralda se culminará en tres semanas y el de Miracle Mile en el mes de noviembre de este año.
Nunca oyó decir, “ni se especificó”, que los proyectos terminarían en noviembre de 2016. Tampoco que los comerciantes, al final de las obras, tuiveran que pagar 100.000 dólares.
“Vivimos en el capitalismo, la valorización de la zona tarde o temprano subirá el precio de los inmuebles. Hay que tener en cuenta que el proyecto vale 22 millones de dólares. El 60% lo paga la ciudad y el 40% los comerciantes. La ciudad va a pagar los dos primeros años de intereses del préstamo, con el propósito de darles un alivio a los comerciantes y residentes”, indicó Lago.
Añadió que es imposible forzar a los dueños de los inmuebles a que reduzcan la renta de sus inquilinos. “Lo que podemos hacer es ofrecer una nueva plataforma, después de treinta años, para mejorar los negocios”, añadió.
Demandas
El abogado de la Ciudad, Craig Leen, no cree que pueda haber litigios por las demoras, a pesar de que reconoce que cualquier persona, en Estados Unidos, tiene el derecho a demandar.
Pero bajo la doctrina de la inmunidad de los municipios, cualquier demanda interpuesta por un individuo sería derrotada en la corte. “Nosotros estaríamos dispuestos a enfrentarla con la certeza de que ganaríamos el caso”, afirmó Leen. Recomendó a las personas que tengan quejas con el ritmo de las obras, presentarlas en la Comisión, en la oficina del abogado de la ciudad o del alcalde para llegar a acuerdos y resolver los problemas.
Sí reconoció que, de haber pérdida de dinero de los contribuyentes por las demoras o los errores cometidos, el contratista eventualmente podría ser demandado por los comerciantes.