lunes 17  de  marzo 2025
FLORIDA

Redes sociales, mal manejo de la frustración y bullying, riesgo para salud mental de adolescentes

Las redes sociales, el bullying, la falta de manejo de la frustración, la estigmatización de las enfermedades mentales, la violencia doméstica, la incertidumbre sobre el futuro, según especialistas son detonantes de la inmolación 
Diario las Américas | CÉSAR MENÉNDEZ
Por CÉSAR MENÉNDEZ

MIAMI. - La cultura de asumir el papel de víctima, cada vez más extendida, crece como una gran nube tóxica que nos impide ver nuestros propios logros y contribuye a magnificar todas las deficiencias sociales, a pesar de que los números tozudamente insistan en mostrar lo contrario. Las alarmas sobre el nivel de suicidio suenan en EEUU, independientemente de que la tendencia haya disminuido dramáticamente en los últimos cuatro años, según American Foundation for Suicide Prevention (AFSP).

La fuente especializada publicó que, en 2020, el suicidio ocupó el lugar 12, entre las principales causas de muerte a nivel nacional. A pesar de ello, muchos especialistas consideran que existe una crisis, debido a que 45.979 estadounidenses se inmolaron y se estima que 1.2 millones lo intentaron.

Donde las estadísticas sí muestran una tendencia ascendente en materia de suicidio es en la población estadounidense de edad escolar -aquellos que tienen entre 15 a 24 años-. Los datos publicados por AFSP indican que, en 2020 se incrementó el registro desde los 13.95 suicidios por cada 100.000 habitantes ocurridos en 2019 hasta 14.24. No obstante, esta última cifra es inferior a las 14.49 inmolaciones registradas en 2018 en igual proporción de habitantes.

En el caso particular de Florida, el año en cuestión, 3.135 personas acabaron con su vida. Es decir, 13.12 habitantes de cada 100.000 se inmolaron. Una realidad que ubica al Estado del Sol en el puesto 38, entre los estados con menor índice de suicidio.

En orden de acercarnos a la realidad experimentada por los jóvenes en edad escolar de nuestro condado, DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con psiquiatras, representantes de organizaciones que desarrollan programas de ayuda a enfermedades mentales, políticos y miembros de la Junta Escolar de Escuelas públicas de Miami-Dade.

Eliminar el estigma

Uno de los pocos políticos que incluyó en la pasada campaña por la alcaldía condal visibilizar el tema de las enfermedades mentales fue el exalcalde de Miami-Dade Alex Penelas, quien considera que se debe prestar más atención a la salud mental.

“A lo largo de mi carrera, cuando ocupé diferentes puestos públicos era un estigma hablar sobre las enfermedades mentales. En los 80 y 90 el problema existía, pero no se hablaba. Por ello, cuando me lancé a la alcaldía, hace dos años, hablé abiertamente de este tema que tiene importancia vital. Había que eliminar el estigma”, indicó el político que proponía que los padecimientos de salud mental tuvieran el mismo tratamiento en los seguros de salud que se le presta a la salud física.

Con la anterior idea coincide, Patricia Ares Romero, miembro de la junta directiva de NAMI, https://namimiami.org/, una asociación nacional sin ánimo de lucro que ha desarrollado distintos programas gratuitos de apoyo a padres y familiares de personas que están sufriendo con su salud mental. Entre ellos desarrollaron End The Silence, “Acaba con el silencio”, que se imparte en las escuelas primarias y secundarias del condado donde los alumnos abordan las distintas enfermedades mentales, sus síntomas y cuándo es necesario buscar ayuda”.

Jóvenes de Miami-Dade

Para el doctor en Psiquiatría Nelson Cordero, jefe médico de My Psychiatrist, mypsychiatrist.com, es la incertidumbre la que afecta principalmente a los jóvenes y adolescentes de nuestra sociedad. “Una de las razones principales de lo que está pasando es la incertidumbre sobre lo que depara el futuro. A nivel social, se han desencadenado una serie de eventos que comenzaron con la pandemia, la zozobra económica generada por la misma, y recientemente, la tensión sobre las posibles consecuencias del conflicto bélico de Ucrania”.

“En realidad, no sabemos a ciencia cierta qué está pasando. Los estudios no son claros. Sí, percibimos un incremento de las enfermedades mentales en la juventud, asociado al post COVID. Hemos visto un ascenso en el número de adolescentes que han contemplado la idea del suicidio. Muchos permanecieron por un largo período de tiempo aislados en sus casas, en un momento en el que aumentó la violencia doméstica, se incrementaron los divorcios y como consecuencia, también aumentaron los suicidios”, apuntó Ares Romero, quien es psiquiatra.

El doctor Cordero coincide en que desde la aparición del COVID hay un alza significativa de enfermedades mentales y los desórdenes de ánimo, como la depresión y la ansiedad, consideró entre las causas del suicidio entre los jóvenes “el hecho de que, durante el encierro, los niños estuvieron más expuestos a la violencia física y verbal entre sus propios padres y al consumo de drogas y alcohol. Son escenarios que, si los niños hubiesen estado en las escuelas, o los padres en sus empleos, no habrían experimentado”.

Acceso a las redes sociales

Este psiquiatra, cuya práctica atiende a pacientes ingresados por temas de salud mental en los hospitales Broward Health Medical Center y Broward Health Imperial Point, afirmó que el acceso a las redes sociales de los niños es otro de los factores de riesgo a tener en cuenta entre las causas potenciales de los suicidios. “En múltiples casos las redes sociales crean en los niños una falsa expectativa de lo que es la vida. Ellos siguen a personas con millones de seguidores, que muestran una vida de ensueño, maravillosas vacaciones y viajes a países exóticos. Entonces, muchos jóvenes afectados se preguntan qué estoy haciendo mal, tengo la misma edad de ellos y estoy aquí. Si los padres no tienen mucho conocimiento de cómo se sienten sus hijos en base a los contenidos a que se están siendo expuestos en las redes, pueden surgir problemas graves. La base de todo es la educación”, subrayó.

Bullying 24/7

Ambos psiquiatras coinciden en señalar que la Internet permite una brecha al bullying de los más pequeños. “Con tanto celular, mensajes de texto, y redes sociales, el acoso continúa todo el tiempo, argumentó el doctor Cordero.

La doctora Ares Romero considera que, “antes los problemas de las escuelas se acaban, cuando los niños llegaban a la seguridad de su hogar. Ahora, el bullying continúa a través de las redes sociales. Ellos están viendo que no fueron invitados a la fiesta donde asistieron todos sus compañeros. Antes, ni se enteraban. Ahora, las fotos y los comentarios están en todas partes. Los niños cuestionan por qué no me invitaron, por qué no me dan likes. Existe una constante necesidad de reconocimiento”.

Fortalecer la personalidad

Pero estos expertos señalan que no solo ocurre a través de las redes. A veces, los propios educadores estimulan comportamientos erróneos que no ayudan a los estudiantes a canalizar la frustración. “En muchos colegios hacen competencias donde todos los alumnos reciben un premio. Las competencias hay que ganarlas, como todo en la vida. Debemos de darles la oportunidad a los niños de cometer errores. Uno aprende de la frustración. Así es como crece el ser humano. Es preferible que los niños comentan pequeños errores, cuando son pequeños, que grandes errores, cuando sean mayores. Estamos fallando en la educación de nuestros hijos, pero son aspectos que podemos solucionar si nos ocupamos”, señaló la miembro de la junta de NAMI.

Educación

Por su parte, Christi Fraga miembro de la Junta del Distrito de Escuelas Públicas de Miami-Dade, puso el énfasis en el decrecimiento experimentado en el índice de suicidio entre los estudiantes del distrito escolar en los dos últimos cursos. Hizo referencia a que después del pico de 7 suicidios registrado en el curso 2019-20, esta cifra descendió a 6 fallecimientos en el curso 2020-21 y 4 casos durante 2021-22.

“Las estadísticas nacionales no reflejan lo que sucede a nivel local”, insistió.

Nuevas herramientas

En 2019, la Junta de Educación de Florida aprobó una ley que requiere que las escuelas públicas del estado enseñen al menos cinco horas de instrucción sobre salud mental, desde sexto a duodécimo grado. La idea es que los estudiantes aprendan a identificar signos y síntomas de depresión y dónde obtener ayuda y los recursos disponibles en las escuelas.

“En nuestro Distrito le hemos dado mucha atención a la salud mental. Hemos proporcionado distintos recursos y las herramientas que los estudiantes necesitan para canalizar la ansiedad. Ofrecemos meditación en el curriculum, técnicas de respiración, enseñamos a los estudiantes cómo lidiar con las circunstancias adversas que puedan estar sufriendo, además los estimulamos a acercarse a los psicólogos y profesionales dispuestos en las escuelas, cuando se sientan depresivos o tristes. También hemos dispuestos número de teléfonos anónimos y páginas web donde pueden denunciar cualquier forma de bullying.”

A los padres les sugirió que “la mejor forma de enfrentar el bullying es la participación de los padres en las actividades de las escuelas y escuchar a sus hijos, quienes pueden ser lo mismo víctimas que agresores. Estar atentos es la única forma de poder ayudarlos”.

Por su parte, la doctora Mari Tere Rojas, miembro de la junta escolar, añadió que “el Departamento de Salud Mental del Distrito creció de la nada y ahora tiene 128 empleados. Además, tenemos unas 300 personas en las escuelas contratadas para tratar temas de salud mental, entre consejeros, psicólogos y especialistas en atención emocional”.

Efectivamente, a mediados de julio de 2021, la Junta de Miami-Dade aprobó un plan de 13 millones de dólares para reforzar el personal de consejería en las escuelas. También de dedicaron otros fondos para contratar a 100 profesionales de salud mental para que trabajaran a tiempo parcial para las distintas escuelas.

En las 392 escuelas públicas del Distrito Escolar de Miami-Dade estudian cerca de 334.000 alumnos, lamentablemente, 4 de ellos se suicidaron en el curso 2021-2022.

NAmi Miami

Ares Romero considera que se deben poner más medios y publicitar los recursos existentes para combatir las enfermedades mentales. “Hay padres que no pueden conseguir una cita con un psiquiatra para sus hijos, cuando lo necesitan. Eso es un problema serio. Sobre todo, ahora que estamos viento tanta ansiedad y depresión cuyas consecuencias pudieran desembocar en suicidio. Deberíamos poner más dinero para que todo el mundo reciba el tratamiento necesario”.

NAMI Miami también cuenta con un programa de prevención del suicidio que imparten padres que han pasado por esa situación. “Consiste en educar al público en detectar las señales que indican que quizás un ser querido está en peligro. Les enseñamos a conseguir las ayudas y dónde acudir cuando tienen un familiar sufriendo”.

Por ejemplo, “si vemos que esa persona no está participando en actividades que antes disfrutaba, que comienza a regalar pertenencias significativas para ella, o que de alguna forma comienzan a despedirse, esos pueden ser síntomas de alguien que pretende hacerse daño”, afirmó la psiquiatra e instó a los padres a utilizar los recursos gratuitos disponibles en NAMI Miami.

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@menendezpryce

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