viernes 29  de  marzo 2024
OPINIÓN

Guantánamo, punto esencial para nuestra seguridad

El Congreso debe evitar que el Presidente cierre la estación naval, cierre el centro de detención y retorne la base al régimen castrista

Diario las Américas | ILEANA ROS-LEHTINEN
Por ILEANA ROS-LEHTINEN

Recientemente, tuve la oportunidad de visitar la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo con los representantes Mario Díaz-Balart (R-FL), Carlos Curbelo (R-FL), Ted Yoho (R-FL) y George Holding (R-NC) en un viaje de delegación del Congreso. Nos reunimos con los altos oficiales de la base naval y sus comandos, incluyendo la Fuerza de Tarea Conjunta de Guantánamo (GTMO, por sus siglas en ingles), que supervisa y dirige el centro de detención. También nos reunimos con muchos militares que cumplen la misión de Estados Unidos en Guantánamo.

Este lugar es mucho más que un centro de detención; es una base militar con gran importancia estratégica y es nuestra única base permanente en América Latina y el Caribe. Sin embargo, desde que el presidente Barack Obama anunció sus cambios en nuestra política hacia Cuba, esta Administración del Gobierno ha tratado de minimizar la importancia de la base naval. Devolverla al régimen de Castro sería la concesión definitiva para el dictador despiadado y el golpe final en la política equivocada y arriesgada del Presidente hacia Cuba y el Congreso no puede permitir que esto suceda.

Desde las operaciones humanitarias y las respuestas a emergencias, hasta la interdicción de drogas y armas y mucho más, GTMO nos permite mantener una presencia permanente en la región con el fin de proteger y promover nuestros intereses de seguridad nacional. El plan del Presidente para cerrar el centro de detención de Guantánamo es ingenuo y peligroso.

Ya hemos escuchado el testimonio de sus enviados especiales apoyando el cierre de Guantánamo y el cierre del centro de detención de Guantánamo, que algunas de las personas que hemos liberado no sólo regresaron a luchar contra nosotros, también tienen sangre estadounidense en sus manos. No hay justificación en la liberación de estos prisioneros peligrosos cuando sabemos que muchos de ellos regresarán a unirse a la lucha. El Congreso debe evitar que el Presidente cierre la estación naval, cierre el centro de detención y retorne la base al régimen castrista.

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