CARACAS.- A juzgar por los recientes resultados de un estudio de la firma encuestadora Datanálisis, las próximas elecciones legislativas se perfilan como una verdadera pesadilla para Nicolás Maduro y los candidatos del Gobierno.
CARACAS.- A juzgar por los recientes resultados de un estudio de la firma encuestadora Datanálisis, las próximas elecciones legislativas se perfilan como una verdadera pesadilla para Nicolás Maduro y los candidatos del Gobierno.
CARACAS.- A juzgar por los recientes resultados de un estudio de la firma encuestadora Datanálisis, las próximas elecciones legislativas se perfilan como una verdadera pesadilla para Nicolás Maduro y los candidatos del Gobierno.
Tras dos décadas y media en el poder, los chavistas han perdido el respaldo en la nación sudamericana. Como consecuencia de su desgobierno, la economía de una de las naciones con más recursos naturales y ricas del hemisferio se deshace a pedazos.
Las cifras no engañan. El chavismo ha dejado una estela de pobreza, ha dividido a los venezolanos y permitido que el árbol de la corrupción eche profundas raíces en el país. Esas raíces, nos hemos enterado en días recientes, llegan hasta la Banca Privada de Andorra, adonde los personeros del Gobierno se han ido a lavar dinero a través de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
De acuerdo con los resultados del sondeo de Datanálisis, el escenario no es muy alentador para los candidatos del oficialismo, que experimentaron una “disminución significativa” en la intención de voto. Apenas el 2,5% de los venezolanos habilitados para sufragar aseguró que elegiría a los candidatos de las filas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En contraste, según Datanálisis, el 59,6% de los encuestados aseguró que apoyará a los candidatos que presente la coalición opositora para las parlamentarias. Esa cifra representa un “aumento significativo” del respaldo a los representantes de la MUD.
Es evidente la preocupación en las altas esferas del chavismo. La reciente ola de represión y denuncias contra conocidas figuras de la oposición en buena medida explica los temores del Gobierno, que busca a todas luces evitar una paliza en las urnas.