Si usted puso en venta su vivienda, o simplemente desea rentarla, tiene grandes probabilidades de estar en la mirrilla telescópica de los llamados “estafadores inmobiliarios”.
Este tipo de fraudes, muy comunes en los últimos años, incluye a los supuestos inquilinos o futuros compradores interesados en su propiedad, sobretodo si usted está haciendo estas operaciones por su cuenta sin la ayuda de un agente inmobiliario.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), que ha realizado varias pesquisas relacionadas con el tema, determinó que las pérdidas por estafas inmobiliarias ascendieron a casi 20 millones de dólares (19.800.172) durante el 2014.
El 64% de las víctimas fueron personas mayores de cincuenta años. Hay que acotar que estos son sólo los casos que se reportan a la Policía, aproximadamente el 15% de todos los que ocurren.
La Florida es el segundo estado de la nación con más fraudes cibernéticos solamente superado por California.
Varias formas de estafar
El fraude inmobiliario está muy bien estudiado y calculado por sus autores. Se ejecuta de diferentes maneras, aunque tienen un modus operandi similar. El más común es aquel en el que los sospechosos toman anuncios en internet de las casas o apartamentos disponibles para rentar y los ponen en otros sitios haciéndose pasar por los dueños. Después, solo resta esperar que alguien pique la carnada.
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Cuando alguna víctima tira del anzuelo, o sea, que esté atraída por el anuncio del estafador, entonces éste solicita a sus “presas” que les envíe un adelanto del dinero mediante giros. Puede que esto le parezca absurdo pero recuerde que la mayoría de las víctimas actúan bajo disímiles presiones, la más importante de ellas, el tiempo.
Pero no sólo los inquilinos resultan estafados en bienes raíces; también los dueños. Los sospechosos se convierten en inquilinos, que ofrecen cheques de anticipo de cuentas sin fondos y luego piden el dinero por algún motivo imprevisto.
El dinero “que nunca dieron” los estafadores, regresa a ellos cuando se arrepienten de la compra o la renta, ya que los bancos muestran los cheques como si fueran verdaderos antes de que se compruebe lo contrario. Ahí es cuando los propietarios devuelven un dinero que nunca recibieron.
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Consejos
Realice sus transacciones de bienes raíces con un realtor (agente inmobiliario). El dinero que se podría ahorrar con tal de no pagar sus servicios, luego puede tornarse en una pérdida considerable.
No actúe bajo presión de nadie. Así tiene menos posibilidades de que se aprovechen de usted.
Solicite un recibo de pago cada vez que entregue dinero. Ésta será una prueba que tendrá en su mano.
Denuncie este tipo de fraudes a través del siguiente sitio web.
*Fundador y director de Bienes Raíces América. [email protected]
