GUILLERMO GONZÁLEZ ARCE
GUILLERMO GONZÁLEZ ARCE
GUILLERMO GONZÁLEZ ARCE
@guillemaro
El mes de mayo en Cuba es un periodo en que se conmemoran dos importantes muertes, la de José Martí el 19 de mayo de 1895 y la muerte de la República de Cuba, instituida el 20 de mayo de 1902, pero que desde 1959 se encuentra secuestrada por la familia Castro y convertida en colonia marxista sin un estilo de Gobierno definido.
La descripción más exacta del tipo de Gobierno imperante en Cuba hace símil con la administración de una finca sin recursos, donde infinidad de países han invertido dinero en cifras multimillonarias que solo han servido para enriquecer aún más las arcas de la familia Castro y para fortalecer militarmente su dictadura.
El pueblo no logra salir de una espiral destructora de miedo montada por la propia dictadura y cuando algún tímido, pero a su vez valiente, sector de la sociedad civil reclama al dictador en calidad de víctima, este siempre replica ¿Miedo de que? Inoculando más miedo a la víctima y a su vez echando a funcionar estratégicamente la culpa, ese pecado impuesto por la dictadura que nos paraliza a todos.
El miedo tiene la culpa de que la revolución de los hermanos Castro no deje de rotar sobre su eje totalitario yendo y viniendo una y otra vez desde el inicio hasta el eventual final, construyendo una diabólica y dolorosa eternidad de sufrimiento y mugre social convertida en callejón sin luz y sin salida.
Raúl Castro, el segundo dictador impuesto al pueblo cubano en el 2008 ha demostrado ser un artífice en la administración del tiempo, y sus planes de permanecer en el trono de poder hasta sus últimos días se van cumpliendo a su antojo, muy a pesar de la premura que pueda tener o no el presidente Obama para echar a andar las relaciones bilaterales anunciadas desde el 17 de diciembre de 2014 y que de echo constituyen uno de los golpes más certeros infringidos al totalitarismo castrista al dejarlos desprovistos, de ese enemigo tan necesario, culpable de todos los males, que son los Estados Unidos.
El pretexto que necesitan para la ejecución de sus perversos planes dictatoriales y para la justificación y lavado de todos sus errores y excesos.