MIAMI.- Tal como recoge la historia, el 2 de noviembre de 1917, el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña Arthur James Balfour escribió una importante carta al ciudadano judío más ilustre del país europeo entonces, el barón Lionel Walter Rothschild, expresando el apoyo del gobierno británico a una nación judía, donde 2.000 años antes existió Judea y llamaban Palestina, que era gobernada en aquellos días por el Imperio turco u otomano.
La carta eventualmente se conoció más tarde como la Declaración Balfour, que historiadores recogen como el primer paso oficial para constituir el Estado de Israel.
Entonces sucedía la Primera Guerra Mundial (2014-2018), cuando países aliados europeos y otros afrontaron la invasión de Austria, secundada por Alemania y el Imperio otomano principalmente.
Aquella guerra conllevó al final de la ocupación de los turcos de Palestina y la tierra prometida a los judíos, lo que resultó en una ocupación británica que fue ratificada por sistema de "mandato", creado por el Tratado de Versalles de 1919 y aprobado posteriormente por la Liga de Naciones en 1922 bajo ciertos términos, que incluyó la Declaración Balfour con la promesa de una tierra para judíos y provisiones similares para los árabes palestinos.
Mandato
Durante la ocupación británica, miles de judíos provenientes de Europa y otros países se asentaron principalmente en Tel Aviv y Jerusalén, lo que produjo una fuerte preocupación entre los árabes palestinos que desataron una guerra de guerrilla contra británicos y judíos.
A la postre, la ocupación británica también produjo el disgusto de judíos, quienes crearon grupos de resistencia. Londres contestó con el Libro Blanco de 1939, que limitó el flujo de judíos y determinó el futuro inmediato del Mandato Británico de Palestina hasta que se hiciese efectiva su independencia.
Historiadores aseguran que el texto desechó la idea de dividir el territorio en dos estados en favor de una sola Palestina independiente gobernada en común por árabes y judíos, con los primeros manteniendo su mayoría demográfica.
Otra guerra
Entonces estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y Gran Bretaña debía atender tanto sus fronteras como el territorio ocupado en Palestina, al mismo tiempo que afrontaba la creciente insurrección de judíos y palestinos.
En septiembre de 1947, el gabinete británico decidió que el Mandato ya no era sostenible y ordenó evacuar Palestina.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General adoptó la Resolución 181 recomendando la adopción e implementación del Plan de Partición con Unión Económica.
La Liga Árabe y el Alto Comité Árabe de Palestina lo rechazaron e indicaron que rechazarían cualquier otro plan de partición.
El 14 de mayo de 1948, el día antes que terminara la ocupación británica, David Ben-Gurion, líder entonces de la creación del Estado de Israel, declaró "el establecimiento de un estado judío, conocido como el Estado de Israel".
Al día siguiente, los ejércitos de cuatro países árabes (Egipto, Siria, Transjordania e Irak) invadieron el recién constituido estado, iniciando la Guerra Árabe-Israelí de 1948.
El propósito de la invasión era evitar el establecimiento del estado judío desde el principio, y algunos líderes árabes hablaron de "echar a los judíos al mar".
Después de un año de lucha, se declaró un alto el fuego y se establecieron fronteras temporales, conocidas como la Línea Verde. Jordania anexó lo que se conoció como Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y Egipto ocupó la Franja de Gaza.
Unos años más tarde, continuaron los ataques a Israel y el ejército israelí decidió mover esas fronteras para proteger su tierra.