Abril, mes de conmemoraciones para judíos, cristianos y musulmanes

El Ramadán, el mes de ayuno durante el día de los musulmanes, que comenzó el 2 de abril y debe culminar con la próxima luna creciente el 2 de mayo, y tiene por valores agregados la oración, la reflexión y la solidaridad comunitaria.

De hecho, el nombre ramadán, en árabe, proviene de la palabra ramada que significa quemar y ardiente, y el mes de ayuno se denomina Ramadán porque en este mes “los pecados son perdonados como si estuvieran quemados”, explicó el abogado y analista de asuntos islámicos Wilfredo Amr Ruíz.

También en abril, el domingo 10, comienza la Semana Santa para los cristianos con Domingo de Ramos, cuando se conmemora la Pasión de Cristo con la entrada de Jesús a Jerusalén, y en días siguientes la última cena, el viacrucis, la muerte y resurrección.

Semana Santa es también “un período de recogimiento. De oración y reflexión sobre Jesucristo que, con su infinita misericordia nos guía para liberar a la humanidad del pecado”, señaló el padre Eduardo Álvarez, párroco de la Iglesia del Gesù, la más antigua de Miami, que fue fundada en 1896.

El Pésaj, Pascua Judía en español o Passover en inglés, comienza el 15 de abril y termina el 23 de abril este año, cuando los judíos celebran la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto.

“Recordarás este día, en el que saliste de Egipto, de la casa de la esclavitud, porque la fortaleza de la mano de Dios te sacó de ese lugar”, recuerda El libro del éxodo.

En otras palabras, se celebra la libertad. “El ritual principal en la reunión de familias y amigos durante las dos primeras noches de la fiesta, cuando se bendice la comida y el vino y se habla de los símbolos de la Pascua Judía, la libertad y la justicia social, acompañados de muchos cantos”, comentó el rabino Joseph Schneier, de Nueva York.

Repercusión

Que las tres conmemoraciones de religiones abrahámicas, el judaísmo, el cristianismo y el islam, coincidan en abril no es inusual, pero sí resalta los valores de la base milenaria que las caracterizan.

Cada una de ellas, surgidas cronológicamente en torno al año cero del calendario, tienen como denominador común al patriarca Abraham, padre de Ismael e Isaac, cuya vida y obra se relata en el libro del Génesis.

Según los escritos sagrados, es el primer patriarca del judaísmo, quien “por mandato divino deja las tierras de sus padres para establecerse en la Tierra Prometida”.

De ahí, tanto el judaísmo como el cristianismo y el islam reconocen a Abraham como ‘base’, según los textos de Génesis, unos 1.800 años del nacimiento de Jesús.

“Tenemos mucho en común”, realzó el abogado y analista de asuntos islámicos Ruíz, quien además es vocero del Consejo para las Relaciones Islamicoamericanas (CAIR) en Florida.

“Recordemos”, acentuó, “que el móvil principal de la fundación de Estados Unidos, cuando los peregrinos ingleses vinieron (en el barco Mayflower, en 1620), fue la creación de un país donde pudieran practicar su fe en libertad, y eso provocó que otros dejaran sus países de origen en busca de libertad. Y es algo que está protegido en nuestra ley mayor, que es la Constitución”.

“Esa diversidad religiosa nos hace más fuerte como nación”, recalcó.

Y continuó: “Es una pena que ciertas fuerzas políticas traten de disminuir el valor de una fe u otra. Vemos como el antisemitismo, desde un grafiti hasta una agresión física, atentan contra la libertad de fe”.

Algo similar sucede “contra los musulmanes”.

Después concluyó: “A veces olvidamos que esta nación fue fundada sobre la libertad de ideas, y eso nos lleva al enfrentamiento político que tenemos hoy”.