Actualmente, hay cientos de cubanos luchando en el ejército ruso, según fuentes del exilio y organizaciones de Derechos Humanos que mantienen comunicación directa con algunos de ellos a través de sus familiares y redes sociales. Muchos ya vivían en Rusia cuando se alistaron con la promesa de sueldos de $2.000 al mes y la obtención de la ciudadanía rusa. Según voceros del gobierno ruso, los alistamientos empezaron desde que inició la invasión, con pleno conocimiento de las autoridades cubanas.
El embajador cubano en Moscú, Julio Antonio Garmendía, declaró la semana pasada que “no tenemos nada en contra de los cubanos que solo quieren firmar un contrato y participar legalmente con el ejército ruso en esta operación”.
“Cuba ha estado casi totalmente de acuerdo con Rusia en su invasión a Ucrania”, dice el especialista en asuntos latinoamericanos del US Army War College, Evan Ellis PhD., al citar una serie de ocasiones en las que Cuba ha brindado apoyo diplomático a Rusia mediante abstenciones o votos a favor de Moscú en la ONU y otros organismos internacionales. Rusia ha reclutado voluntarios para su ejército en otros países aliados, incluso en Serbia, Siria e Irán, que luchan junto a cubanos en unidades compuestas por extranjeros, según informes del Pentágono.
La participación cubana en la empresa bélica de Putin está en negociaciones a muy alto nivel, que involucra a unidades de fuerzas especiales para ejecutar tareas sensibles de infiltración y espionaje, según analistas de Inteligencia. Actualmente, hay más de cien miembros del grupo élite de operaciones especiales cubano, Avispas Negras, entrenándose en lingüística y dialectos ucranianos en la universidad pedagógica estatal Lojeu a las afueras de la capital de Bielorrusia, Minsk, según informes del servicio de Inteligencia ucraniano (SBU) revelados a DIARIO LAS AMÉRICAS.
Rusia utilizó a Bielorrusia como base para concentrar tropas y lanzar operaciones comando en su fallido intento de tomar Kiev, la capital ucraniana, a principios de su invasión en febrero de 2022. Varias unidades de operaciones especiales rusas permanecen acuarteladas ahí, incluso elementos del grupo mercenario Wagner, que han pasado bajo el control del servicio de Inteligencia militar desde la muerte de su líder, Yevgeni Pregozhin, en un accidente de avión que tuvo características similares a las de un asesinato planificado.
No solo Ucrania teme que lancen operaciones de terrorismo y sabotaje desde Bielorrusia. Otros vecinos, entre ellos Polonia y Lituania, han reforzado recientemente sus fronteras con vallas amuralladas para protegerse de posibles infiltraciones por grupos irregulares.
El ministro de defensa cubano, general Álvaro López Miera, visitó Bielorrusia a principios de julio al frente de una delegación de altos jefes de las fuerzas armadas cubanas, incluyendo operantes claves del departamento de Inteligencia militar G-2.
Según comunicados del gobierno de Bielorrusia, se reunieron con su homólogo, Viktor Khrenin, para “tratar en detalle el actual estado de cooperación militar bilateral y modos para continuar desarrollándola”. Anterior a su encuentro con Khrenin, López Miera se vio con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, quien lo condecoró en Moscú.
La más reciente ronda de intercambios entre militares cubanos, rusos y bielorrusos fue precedida por una reunión en La Habana entre Raúl Castro y el secretario del consejo de seguridad del Kremlin, general Nicolai Patruschev, que dio paso a la firma de un memorándum de entendimiento en marzo de 2023 sobre cooperación militar a nivel internacional y regional.
Según el periódico digital The Hill, que cita a analistas de la Agencia de Inteligencia de Defensa de EEUU, el gobierno ruso negoció un acuerdo con Valery Revenko, viceministro de defensa bielorruso para la cooperación militar internacional, para entrenar tropas cubanas en ese país e incrementar cooperación militar “de manera planificada”.
“Intentos por fuerzas especiales cubanas de infiltrar a Ucrania serían consistentes con actividades que Cuba viene realizando para Rusia en América Latina, África y otras partes del mundo”, dice el Dr. Ellis.
Durante la guerra de los Balcanes en la antigua Yugoslavia a mediados de los años 1990, EEUU detectó operaciones encubiertas cubanas para captar Inteligencia sobre bases de la OTAN en Italia usadas para misiones aéreas contra Serbia, según investigadores del comité de relaciones exteriores del Senado de EEUU.
El protagonismo cubano en Ucrania saltó a la luz pública cuando dos jóvenes de 18 años reclutados para “cavar trincheras”, según ellos, se desencantaron del proyecto al caer enfermos y contactaron al canal en YouTube, Paparazzi Cubano, en Miami. Alegaron ser víctimas de una estafa y estar desesperados por salir de Ucrania. Alarmado por pesquisas de la CNN y otros medios internacionales interesados en el caso, el gobierno cubano dijo que estaban investigando la “red de tráfico humano” que recluta “mercenarios”. Luego prosiguieron con la detención, casi inmediata, de 17 personas, supuestamente responsables de la alegada red.
Funcionarios cubanos estarían claramente implicados según relatos de los jóvenes, quienes identificaron a una mujer cubana que los supervisó durante todo el vuelo chárter de Varadero a Moscú y los acompañó en el viaje por autobús desde el aeropuerto a barracones ubicados en el suburbio moscovita de Raizan, desde donde serían transportados a Ucrania.
“Es impensable que una operación de tal envergadura pudiera ser ejecutada sin pleno conocimiento de altas esferas del gobierno cubano”, dice un analista de Inteligencia del Pentágono.
Dado el volumen de cubanos mercenarios que viaja a Rusia a través de rutas protegidas por los servicios de seguridad que facilita las salidas sin sellar pasaportes, los burócratas comunistas se aprovecharon. Cobran comisiones de los rusos, que calculan en relación con la cantidad de reclutas que ingresasen en los vuelos chárter. Además, según denuncian algunos familiares, requisan las cuentas bancarias o propiedades de los reclutas una vez en Rusia, para recuperar los gastos de viaje.
En su afán de lucro, los gestores cubanos parecen estar alistando a jovencitos con poca vocación militar que decaen rumbo al frente. Tal parece ser el caso de Vázquez García, quien logró aparecer en YouTube para pedir auxilio. Su padre, Mario, en conversación telefónica con DIARIO LAS AMÉRICAS, dijo que lo que su hijo buscaba era salir de Cuba.
Según otras fuentes del exilio, hay unos 5.000 cubanos en Rusia y Ucrania intentando entrar a Europa. Los rusos han internado a Vásquez en un hospital psiquiátrico en Mariupol, ciudad ucraniana ocupada donde lo mantienen “adormecido” con fuertes dosis de tranquilizantes, según su padre.
Lo que más preocupa a las altas esferas militares en Cuba es que sus operaciones encubiertas en el frente ucraniano puedan ser comprometidas mediante el hackeo por el SUB de las fichas rusas, que listan a unos 200 pasaportes de los acompañantes de vuelo de Vázquez. Según una investigación de la revista Time, algunos podrían pertenecer a miembros del grupo Avispas Negras.