MIAMI.- El jueves 24 de febrero quedará señalado en los libros de Historia como el día en que el ímpetu imperial volvió a golpear y la paz en Europa se quebró.
MIAMI.- El jueves 24 de febrero quedará señalado en los libros de Historia como el día en que el ímpetu imperial volvió a golpear y la paz en Europa se quebró.
El gobernante ruso, Vladimir Putin, decidió invadir Ucrania y bombardear sus poblaciones, con la ayuda del satélite Bielorrusia y posiciones militares en el este y el sur.
Los bombardeos continúan acechando Jarkóv, donde anticipan un alto número de muertes entre civiles.
Por otra parte, el ejército ruso ataca importantes infraestructuras en Mariupol con la intención de rendir la ciudad sin tener que entrar en ella.
Tras la toma de Jersón, el invasor trata de neutralizar los focos de resistencia. El convoy que se dirige a Kiev, por su parte, presenta pocos avances.
Entretanto, el número de refugiados por la invasión de Rusia de Ucrania supera ya el millón de personas, según datos del alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Filippo Grandi.
La inmensa mayoría de los refugiados ha partido hacia el oeste, en especial a Polonia, que acoge a más de la mitad.
