REIKIAVIK.-dpa
Sigmundur David Gunnlaugsson se ha negado a dimitir. Según las filtraciones reveladas, el político y la que después sería su esposa eran en 2007 partícipes de la empresa Wintrics Inc. en las Islas Vírgentes Británicas
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Miles de islandeses se reunieron delante del Parlamento en Reikiavik para reclamar la renuncia del primer ministro Sigmundur David Gunnlaugsson, quien aparece junto con su esposa como titular de una sociedad en un paraíso fiscal, de acuerdo a la investigación "Panama Papers".
Algunas personas tocaban bombos y otras levantaban carteles condenando la supuesta corrupción y llamando mentiroso al primer ministro.
En el Parlamento, los partidos de la oposición presentaron una moción de censura contra el mandatario, pero aún no estaba claro cuándo se votará al respecto.
Gunnlaugsson se ha negado a dimitir. Según las filtraciones reveladas por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el político y la que después sería su esposa eran en 2007 partícipes de la empresa Wintrics Inc. en las Islas Vírgentes Británicas. Allí habrían ido a parar millones de dólares que la pareja del político heredó de su padre.
Cuando en 2009 se convirtió en diputado, Gunnlaugsson no mencionó la empresa. A finales de ese mismo año, habría vendido su participación del 50 por ciento en la empresa por un dólar a a su pareja.
Gunnlaugsson abandonó una entrevista televisiva en la que se le preguntó por el tema y que fue grabada el pasado 11 de marzo y emitida la pasada noche en Islandia. Ahora pide disculpas por televisión por haberse comportado de forma "horrible". "Naturalmente desearía que mi mujer no formase parte de esa firma extranjera", dijo el jefe de Gobierno.
Para la exprimera ministra islandesa, Johanna Sigurdardottir, el mandatario debería dimitir inmediatamente. Más de 22.000 personas firmaron a favor de la dimisión del primer ministro de Islandia, que cuenta con 320.000 habitantes.
La crisis financiera mundial golpeó con dureza a partir de 2008 a Islandia, cuyos tres mayores bancos quebraron. En 2013 Gunnlaugsson sustituyó a la socialdemócrata Sigurdardottir al frente del país, encabezando un Gobierno de centro-derecha. Se alcanzaron acuerdos entre los bancos que quebraron y sus acreedores.
La Justicia islandesa no adoptó por el momento acciones contra Gunnlaugsson.
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