lunes 20  de  enero 2025
20 de mayo

Dayana Figueroa: "Quiero un país sin madres desesperadas porque no tienen leche para sus hijos"

Conocida como Yaya Panoramix, la joven se hizo viral tras una directa a partir de las protestas contra el régimen cubano ocurridas el 11 de julio de 2021
Diario las Américas | GRETHEL DELGADO
Por GRETHEL DELGADO

MIAMI— Las directas de Dayana Figueroa en las redes sociales se han convertido en un frente de resistencia por una Cuba nueva. Esta santiaguera, residente en Italia y conocida como Yaya Panoramix, atrae a multitudes dentro y fuera de la isla gracias a su peculiar manera de contar un país que le pertenece y le duele al mismo tiempo. Su capacidad de traducir ese pesar en risas engrandece su labor. Con ella se identifica una generación que apenas conoce su propia historia, y que solo ha vivido en el llamado “proceso revolucionario”.

Al escuchar la popular frase "te va a caer un 20 de mayo", Dayana no puede evitar remontarse a su niñez. Como dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS, la frase “era sinónimo de cocotazos, castigo, una chancleta gigante”. 120 años atrás, el 20 de mayo de 1902, se instauró una Cuba republicana que terminó abruptamente con tonos verde olivo, discursos triunfalistas y adoctrinamiento entre las nuevas generaciones.

Dayana recuerda que “en la escuela decían que antes éramos una Colonia, que éramos una República títere porque en teoría nos acabábamos de convertir en un estado soberano, pero en la práctica a nuestro gobierno lo movían los norteamericanos. Eso y un nombre, Tomás Estrada Palma, que jamás olvidaré”.

¿Qué ha pasado desde entonces con la sociedad cubana? “Hemos involucionado”, zanjó la joven, que comenta a diario los absurdos de la isla, con la mirada de quien conoce las más intrincadas texturas de lo cubano, desde un bembé, una pelea de esquina o medio Santiago de Cuba arrollando [bailando por las calles] con la conga.

Según añadió, “nuestra miseria nos ha llevado a otra miseria: la humana. Es un ‘sálvese el que pueda’. Mi pueblo está inconforme, maltratado, frustrado. Hay muchísima necesidad, carencias de cosas cotidianas elementales: agua, pan, leche, electricidad. Eso, más la enorme presión política, nos ha vuelto egoístas, nos ha quitado el peso moral”. Según añadió, “nuestra miseria nos ha llevado a otra miseria: la humana. Es un ‘sálvese el que pueda’. Mi pueblo está inconforme, maltratado, frustrado. Hay muchísima necesidad, carencias de cosas cotidianas elementales: agua, pan, leche, electricidad. Eso, más la enorme presión política, nos ha vuelto egoístas, nos ha quitado el peso moral”.

Al analizar el “cinismo” de muchos cubanos dentro del país, puso el ejemplo de que “me han pedido que les recargue el teléfono personas que después gritan que son Fidel”. En respuesta, y con el humor que la caracteriza, dijo que está reuniendo dinero “para comprar unos bafles enormes y ponerlos (cuando ellos se vayan) en la Plaza Cívica, la Plaza de la Libertad, la de Martí (porque ellos no pusieron ni un ladrillo, lo único que pusieron fue el nombre: Plaza de la Revolución). Esos bafles servirán para que un terapeuta bravo le dé terapia a mi pueblo, porque el lavado cerebral y el síndrome de Estocolmo en estos 63 años de nacer, vivir y morir en una isla cárcel, ha creado daños enormes”.

Hizo especial énfasis en lo que calificó como “el engendro más diabólico: los CDR [Comités de Defensa de la Revolución]”. Para explicar cómo funcionan contó un chiste que escuchó hace años: “El vecino que tiene la casa regia pide al genio una casa aún más bella, grandes carros, progreso. El genio pregunta al otro, viendo que vive en condiciones paupérrimas y con el refrigerador vacío, si quiere estar como su vecino, y él responde: ‘No quiero estar como él. Quiero que él esté como yo’. Ese es el presidente del CDR. Por no hablar del presidente de la República de las Remesas [Miguel Díaz-Canel] que mandó a dar palos y cree que el limón es la base de todo".

“Desde el corazón”, Dayana reveló qué espera para su país: “Pluripartidismo, hermana. Las personas en un país tienen derecho a expresarse, por eso en Cuba no puede existir un partido único, porque no somos iguales, no tenemos que desear las mismas cosas y todos tenemos derechos”.

Quiere un país “sin madres desesperadas porque no tienen leche para sus hijos. Sin hijos que por denunciar lo que está mal en su país deban temer represalias. Sin jóvenes que emigran sin control para donde sea, porque donde sea será mejor que en Narnia [Cuba]. Sin niñas que se sigan casando con dinosaurios [hombres de avanzada edad y con dinero]. Parecerá banal, pero necesito que los cubanos vuelvan a casarse por amor, para que tengan hijos fruto del amor”.

La joven desea “que los médicos sean valorados y tengan las herramientas para salvar vidas; que no tengan que irse a una jungla en condición de esclavos”. Añora “un país en el cual no te pase por tu poco cerebro sacar de un saco en un rodeo un gatico y jugar a enlazarlo, matarlo y después entregar otro gato diciendo que el gato es este y no está muerto”.

“No quiero viejitos vendiendo maní por la madrugada en un parque. Ni quiero policías que les decomisen cucuruchos de maní a viejitos de madrugada en un parque. Ellos saben quiénes son los criminales más grandes del país. Todos lo sabemos. Son los parásitos de la sociedad y la Patria nunca los contemplará orgullosa”, sumó.

Sobre todo, Dayana sueña con “un país donde si el Presidente (dictador, se lo dijo su mujer en Twitter) llama a un ataque civil, fomenta el odio entre el pueblo, apadrina y justifica que una parte de la población le dé palos a la otra, como mínimo tenga que renunciar. Y desaparecer de la vida pública porque sería una vergüenza nacional”. Como acotó, soñar no cuesta nada y es el primer paso para un cambio.

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