BARCELONA.- El de Nadia es el caso de una niña española de 11 años que tiene, al parecer, una enfermedad rara y cuyos padres han sido detenidos por estafa pública al recabar dinero para curarla.
BARCELONA.- El de Nadia es el caso de una niña española de 11 años que tiene, al parecer, una enfermedad rara y cuyos padres han sido detenidos por estafa pública al recabar dinero para curarla.
Este jueves, la chiquilla se ha despertado en casa de unos familiares porque su padre y su madre fueron detenidos el miércoles por la Policía de Cataluña (nordeste de España) acusados de recaudar fondos que, según dijeron, iban a ser destinados a tratarla de tricotiodistrofia.
Se trata de una de las llamadas "enfermedades raras" en la medida en que es muy poco frecuente y se manifiesta en un desarrollo físico y mental anómalo, envejecimiento prematuro, fotosensibilidad y otros problemas.
Mientras Nadia dormía fuera de casa, sus padres, Fernando Blanco y Marga Garau, pasaban la noche en una comisaría de La Seu d'Urgell, una localidad en la provincia de Lleida (Cataluña), acusados de estafa y pendientes de ser puestos a disposición judicial.
Blanco y Garau llegaron a recaudar casi 320.000 dólares a base de donativos de gentes que, conmovidas por la enfermedad de la niña, quisieron ayudar a su curación atendiendo las llamadas de socorro que hicieron sus progenitores a través de los medios de comunicación.
Cuando se levantaron la primeras sospechas sobre el verdadero destino de los fondos recaudados gracias a la solidaridad pública, el padre de la niña se comprometió a dar una rueda de prensa para explicar qué había hecho con el dinero.
Pero no hubo tal. Fernando Blanco no compareció ante los medios y ahora tendrá que hacerlo ante el juez.
La madre, Marga Garau, llamó a un canal de televisión para decir que el único fallo de ambos fue exagerar el relato sobre la salud de su hija.
En declaraciones a la prensa, Garau pidió perdón por todo lo sucedido: "Espero que Fernando lo pueda demostrar todo. Yo confío en él. Lo hemos hecho mal sí; se ha exagerado el tema de los viajes, pero estafadores no somos. La niña está enferma y no hemos cogido el dinero de nadie ni hemos utilizado a la niña para medrar".
Ninguno de los padres se presentó en la comisaría local para dar explicaciones, por lo que un magistrado embargó sus bienes y reclamó el pasaporte de la niña para que nadie pudiera sacarla del país.
Las primeras sospechas se produjeron tras la reciente aparición del padre de la niña en periódicos y televisiones, que despertó las dudas de algunos medios de comunicación, y también cuando los vecinos de Blanco y Garau alertaron sobre el tren de vida que llevaba la pareja: un costoso chalé de alquiler, coches caros, signos todos de un consumo impropio para quienes recurren a la conciencia -y al dinero- del público general.
Pronto se supo que Fernando Blanco engañó sobre la enfermedad y sobre los métodos de curación de su hija Nadia. Él había acudido a programas de televisión y a entrevistas en los periódicos para explicar que su hija estaba muy grave y que para curarla tenía que ir al extranjero, donde los tratamientos eran muy caros.
Lo cierto es que no recurrió a médicos profesionales sino a curanderos -según él- para tratar no se sabe aún qué tipo de enfermedad, por lo que el juez competente ha abierto una investigación a fondo.
También se ha sabido que Fernando Blanco ya fue condenando el año 2000 en Palma de Mallorca (islas Baleares) a cuatro años y diez meses de prisión por estafar, mediante la falsificación de documentos, unos 125.000 dólares a la empresa en la que entonces trabajaba.
La Justicia tiene, pues, que aclarar cuál es el verdadero estado de salud de Nadia Blanco Garau; habrá de investigar asimismo el destino de los fondos que, con tan buena voluntad, fueron donados por gentes de bien y, en fin, deberá ocuparse de la tutela de una menor que ya no vive en su casa y que estos días no puede ni ir al colegio.
FUENTE: EFE