sábado 15  de  noviembre 2025
MUNDO

El Gran Hermano de George Orwell vuelve a la palestra

Los tuits, las órdenes ejecutivas, las relaciones con la prensa y el concepto "hechos alternativos" ponen a todos a pensar
Por ARNALDO DÍAZ BORGES

MADRID.- Los buenos libros nunca pasan de moda. Pero que en estos días de confrontación política en EEUU, cuando se habla de “hechos alternativos”, se disparen las ventas de una novela tan singular como 1984, escrita por George Orwell hace casi 70 años, es cuando menos sospechoso.

La maquinaria propagandística puesta en marcha por el comunismo maravilló y aterró a Orwell, menos conocido como Eric Arthur Blair (1903-1950). El culto a la personalidad que se rendía al dictador soviético Stalin fue el molde en el que el escritor creó el personaje del Gran Hermano de su novela 1984, alguien capaz de verlo todo, de borrar los aspectos del pasado que no interesaban, y, sobre todo, de invadir la mente de sus opositores mediante técnicas de tortura y control mental.

Tras comenzar su política de purgas en la cúpula del régimen soviético, con el objetivo de eliminar rivales y disidencias, Stalin extendió la represión a la entonces España republicana, que fue un campo de pruebas para el gran terror que impuso en la URSS.

El entonces soldado Orwell, que combatía en España, desde las filas republicanas pro Stalin contra el ejército de Francisco Franco, vio cómo el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), opuesto al estalinismo del Partido Comunista Español Republicano, era desmembrado. La purga en el país ibérico repitió el método estalinista soviético: líderes secuestrados y asesinados ante la ignorancia, silencio e indiferencia de las fuerzas europeas de izquierda que apoyaban la Guerra Civil Española (1936-1939).

El horror y la decepción sufridos durante aquellos años en la milicia del POUM se reflejan en Winston Smith, el protagonista de 1984, cuando transforma los hechos pasados desde su puesto de trabajo en el Ministerio de la Verdad.

El hombre modifica los viejos titulares de la prensa y los recuerdos para manipular a la población. El objetivo no era sólo vencer, sino ir más allá: convencer, conseguir que, como sucede al final de la novela, quien antes odió al Gran Hermano termine amándolo entre lágrimas perfumadas de ginebra.

El trabajo de Smith y sus compañeros era cambiar la historia, los contenidos referentes al enemigo y convertir a este en aliado. Así se reescribe el pasado y se fabrica la pos verdad.

Hace apenas tres años, cuando se divulgó que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés) espiaba prácticamente a todos los residentes en EEUU, las ventas de la novela 1984 se multiplicaron.

Hoy, que hemos presenciado un inusual humo en el horizonte a través del lenguaje, desde tuits, órdenes ejecutivas, relaciones con la prensa y el concepto “hechos alternativos” que saltaron del Despacho Oval, en la Casa Blanca, el libro sobre el Gran Hermano y el Ministerio de la Verdad vuelve a figurar entre los libros más vendidos en Estados Unidos.

¿Autoayuda o manual de instrucciones para afrontar cualquier tiempo por venir? ¿Sucede hoy algo parecido a la trama del libro de Orwell? ¿Coincidencia o pura casualidad?

Mientras tanto el mundo mira cómo el presidente Donald Trump parece reconfigurar las relaciones con Rusia, y China también, al mismo tiempo que comienza a marcar distancia con los amigos de siempre, la Unión Europea y Latinoamérica.

Y hay quien dice que podrían repetirse las consignas del Gran Hermano: “Guerra es Paz, Libertad es Esclavitud, Ignorancia es Fuerza”.

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