BARCELONA — España debe hacer más para prepararse para incendios forestales cada vez más agresivos avivados por el cambio climático, afirmó el jueves un grupo numeroso de los principales expertos en prevención de incendios forestales del país.
BARCELONA — España debe hacer más para prepararse para incendios forestales cada vez más agresivos avivados por el cambio climático, afirmó el jueves un grupo numeroso de los principales expertos en prevención de incendios forestales del país.
Una declaración respaldada por 60 expertos e instituciones señaló que "España se enfrenta a un problema complejo que se agrava día a día con el cambio climático: los incendios son cada vez más intensos y conllevan consecuencias ecológicas y sociales sin precedentes”.
Los expertos concluyeron que la sociedad española debe aceptar las emergencias que probablemente enfrentará, dado que los incendios forestales en condiciones cada vez más calurosas y secas en la Península Ibérica "se sitúan fuera de capacidad de extinción” de los bomberos.
La declaración fue el resultado de una reunión de dos días realizada en Madrid en marzo y que fue organizada por la Fundación Pau Costa, un grupo sin fines de lucro con sede en Barcelona que trabaja para la concienciación sobre la prevención de incendios. En esa reunión participaron expertos en vida silvestre y silvicultura provenientes del gobierno, la academia, ONG como Greenpeace y WWF, y servicios de combate de incendios.
El grupo instó a las autoridades españolas a incrementar su gestión de las zonas boscosas a fin de compensar el abandono de las industrias forestales tradicionales y a cuadruplicar su presupuesto de prevención.
Sólo alrededor de 78.000 hectáreas (192.000 acres), o el 0,3% de los bosques de España, se gestionan actualmente, estima la fundación. La declaración pide que se aumente a 1%, unas 260.000 hectáreas (642.000 acres) y que las autoridades españolas destinen los recursos necesarios.
El informe establece una cifra recomendada de 1.000 millones de euros (1.090 millones de dólares) que España debería utilizar en gestión forestal para ayudar a compensar el abandono de los usos tradicionales de las zonas boscosas por parte de las comunidades locales, como la obtención de madera o leña.
La declaración fue presentada el jueves simultáneamente en Barcelona y Madrid.
"Esta declaración nace de la necesidad de crear un consenso y poner en común todas las voces del territorio para lanzar un riguroso mensaje y crear consciencia de actuar y prepararnos para los incendios forestales del futuro”, aseguró Míriam Piqué, jefa de la Unidad de Gestión Forestal Sostenible del Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Cataluña (CTFC), en una zona boscosa cerca de Barcelona.
En España, cada región está a cargo de la gestión de sus bosques y del combate contra los incendios forestales. Eso ha generado diferencias considerables en el poder de extinción de incendios de las regiones más pobres y menos pobladas como Castilla y León, donde un bombero murió el año pasado en incendios masivos, en comparación con las más ricas como la región central de Madrid o el noreste de Cataluña.
Las brigadas del ejército español para emergencias contra incendios suelen ser desplegadas para ayudar a apagar los peores incendios.
Unas 267.000 hectáreas (666.000 acres) fueron arrasadas por las llamas el año pasado en España, lo que hizo de 2022 su peor año de destrucción por incendios desde 1994, según estadísticas del gobierno. Eso fue tres veces más el promedio nacional de la última década de 94.000 hectáreas (232.000 acres). De acuerdo con el servicio Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, España representó el 35% de toda la tierra quemada en incendios forestales europeos el año pasado.
Después de un 2022 récord, España sufrió la llegada de incendios forestales antes de lo normal este año. Las lluvias recientes han brindado algo de alivio a pesar de una primavera calurosa récord, pero el verano suele ser seco y las autoridades están atentas por otra difícil temporada.
FUENTE: AP