BILBAO/MADRID.- ETA disolvió "todas sus estructuras" y cerró de forma definitiva "su ciclo histórico y su función" tras más de medio siglo de violencia terrorista en España, según una carta enviada por el grupo armado vasco a organizaciones y agentes políticos y citada hoy en la prensa.
La misiva se adelanta así al comunicado oficial de la desaparición que ETA hará público al parecer mañana jueves en un video. El viernes hay convocada también una conferencia sobre la disolución en la localidad francesa de Cambo-les-Bains con actores internacionales y colectivos vascos.
"ETA ha decidido dar por terminados su ciclo histórico y su función, dando fin a su recorrido. Por tanto, ETA ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política", comienza el texto adelantado por el portal de noticias eldiario.es.
"Esta decisión cierra el ciclo histórico de 60 años de ETA", añade la carta, aunque añadiendo a continuación: "No supera, en cambio, el conflicto que Euskal Herria mantiene con España y con Francia. El conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA".
La carta con el anagrama y el sello de ETA está fechada el 16 de abril, más de una semana después de la fecha de otro mensaje difundido por medios vascos en el que el grupo pedía perdón a parte de sus víctimas y reconocía "el daño causado".
Diversos organismos y sindicatos confirmaron que recibieron el escrito. No así el Gobierno español, que sigue con escepticismo el proceso y asegura que no cambiará su acoso a ETA ni ofrecerá concesiones por su desaparición. "No habrá impunidad. Se lo debemos a las víctimas", dijo el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido.
ETA, siglas de "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad, en vasco), nació en 1959 en plena dictadura franquista (1939-1975) con la reivindicación central de crear un Estado vasco independiente formado por las regiones vascas del norte de España, la vecina Navarra y el sur de Francia.
En esa "lucha armada" mató a 853 personas, según cifras del Ministerio del Interior, y dejó acciones que marcaron la historia de España como el asesinato del entonces presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco con un coche bomba en 1973 o la colocación de una bomba que dejó 21 muertos en un supermercado en 1987.
Tras varios intentos frustrados de negociación y treguas quebradas, ETA anunció su adiós unilateral a las armas en 2011, poco antes de la llegada del conservador Mariano Rajoy al Gobierno. Desde entonces no volvió a matar.
El grupo intentó negociar su desarme y su disolución, pero la negativa tajante de los Gobiernos de España y Francia a ofrecer contrapartidas y las continuas detenciones de sus sucesivos líderes llevaron a ETA a escenificar la entrega de sus armas en abril de 2017. Un año después, toma el paso definitivo de la disolución.
Tanto fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por dpa como el Gobierno en Madrid esperan con cautela el anuncio definitivo. Los mediadores internacionales involucrados en el proceso garantizaron hoy que la declaración será "concluyente" y certificará el fin definitivo de ETA.
Las víctimas, por el contrario, criticaron con dureza el paso del grupo armado. "Este no es el final que merecíamos", denunció Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de víctimas del terrorismo Covite, al presentar hoy un manifiesto titulado "ETA quiere poner el contador a cero" y firmado ya por más de 40.000 personas.
El colectivo denuncia que el grupo armado intenta conseguir impunidad con la escenificación de su final y acusa al Gobierno central de haber "hurtado a las víctimas de ETA la foto de la derrota" del grupo por mostrarse "impasible ante sus movimientos". Recuerda además que más de 300 crímenes siguen sin resolverse: el final de ETA no bastará para cerrar las heridas abiertas por medio siglo de terrorismo.
FUENTE: EFE