Los jefes de Gobierno de Francia y de Bélgica expresaron este lunes su decisión de combatir unidos y con determinación el terrorismo.
"La pregunta no es si nos volverán a golpear, sino dónde y cuándo", advirtió el primer ministro francés, Manuel Valls, tras mantener conversaciones en Bruselas con altos representantes judiciales de su país y de Bélgica.
"El riesgo cero no existe", coincidió su par belga, Charles Michel.
Ambas naciones acordaron este lunes reforzar el intercambio de sus servicios de inteligencia, realizar operativos de control conjuntos en rutas y vías, impulsar la cooperación judicial y trabajar por una mayor cooperación contraterrorista con proveedores de Internet y de telefonía.
"Estamos en contra del terrorismo, y para llevar adelante esta guerra debemos estar unidos", destacó Valls.
Francia vivió una serie de ataques terroristas el año pasado. Los más sangrientos, que dejaron 130 muertos, fueron el 13 de noviembre en París. Poco después se conocieron vínculos entre los atacantes y suburbios belgas.
"Estamos codo a codo y decididos a hacer frente (al terrorismo) para elevar el nivel de seguridad para nuestros ciudadanos y para combatir el fanatismo", enfatizó Michel.
París y Bruselas también subrayaron la importancia de reforzar los controles en las fronteras externas de la Unión Europea (UE) ante la actual ola migratoria.
El primer ministro belga alertó además que Europa está viendo "una nueva forma de peligro", ya que los terroristas están mejor entrenados.
"Nuestro deber es no sucumbir a la ansiedad, temer, sí, pero no caer en la trampa de los terroristas y, simultáneamente, elevar el nivel de seguridad", según declaraciones hechas a la emisora RTL.
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