SEÚL.-La comunidad internacional está intentando aumentar la presión sobre Corea del Norte tras su último ensayo nuclear, que no consiguieron impedir las duras sanciones aprobadas en julio por la ONU.
SEÚL.-La comunidad internacional está intentando aumentar la presión sobre Corea del Norte tras su último ensayo nuclear, que no consiguieron impedir las duras sanciones aprobadas en julio por la ONU.
El Consejo de Seguridad vuelve a reunirse para votar una propuesta de Washington de dar otra vuelta de tuerca a los castigos al país que incluiría un un embargo petrolero al país comunista. A continuación, algunas claves sobre la eventual evolución del conflicto.
¿Ha hecho el líder norcoreano Kim Jong -un alguna oferta convincente?
Por el momento no. Con sus reciente ensayo nuclear y lanzamientos de misiles, Kim ha enviado una clara señal de que no quiere dar su brazo a torcer en el conflicto, que sigue escalando. Además se sigue negando a negociar una renuncia a que su país desarrolle armas nucleares, que considera le sirven como "garantía de supervivencia" para que el país no sea atacado. Sin embargo, los analistas no creen que Corea del Norte sea contrario por principio al diálogo y consideran que lo que busca es hablar al mismo nivel que Estados Unidos, siendo reconocido como potencia nuclear. En reiteradas ocasiones ha pedido un acuerdo de paz y un levantamiento de las sanciones contra su país.
¿Cuándo tendría sentido negociar?
Cuando Corea del Norte renunciara a sus armas y misiles nucleares, algo que no quiere hacer ahora. Los diplomáticos en Pekín tienen en estos momentos poca esperanza en el diálogo, sin que el Gobierno estadounidense vea tampoco fundamento para ello en estos momentos. El credo de Washington es contrario a hablar por hablar. Sin embargo, también crece la presión a Estados Unidos para que sondee opciones de negociaciones para al menos evitar una nueva escalada del conflicto.
¿Qué ocurre con la propuesta de "doble suspensión"?
China propone que Estados Unidos y Corea del Sur suspendan sus maniobras militares y Corea del Norte haga lo mismo con su programa nuclear y misilístico, lo que se ha denominado "doble suspensión", para posibilitar el regreso a la mesa de negociaciones.
Estados Unidos rechaza la propuesta porque considera necesarias esas maniobras y quizá también porque no quiere hacer concesiones. Tampoco Corea del Norte da muestras de disposición a ello y otro punto débil de la propuesta sería la forma de comprobar el congelamiento de su programa armamentístico.
¿Si escala la crisis, cómo sería una guerra?
Dependería de las armas que se emplearan. Una guerra convencional ya tendría efectos devastadores para la población de los dos países y el uso de bombas nucleares reduciría a escombros la península coreana. Pyongyang ha amenazado varias veces con un primer ataque nuclear si se siente amenazado y Washington ha manifestado su deseo de defender a sus aliados con todas las armas a su alcance, incluidas las nucleares. Aunque los militares estadounidenses dudan que Corea del Norte tenga capacidad técnica de alcanzar objetivos en Estados Unidos con misiles nucleares.
¿Qué ocurriría si EEUU lanzara un ataque?
Un ataque limitado de Washington apenas funcionaría porque las instalaciones nucleares y misilísticas de Corea del Norte están dispersas y ocultas. Además, Pyongyang probablemente contraatacaría de inmediato. Sólo 50 kilómetros al sur de la frontera viven unos 25 millones de surcoreanos en la capital y sus alrededores. Incluso sin el uso de armas atómicas la gente correría peligro por eventuales ataques de artillería. Corea del Norte podría también atacar Japón con misiles de medio alcance y también dispone de armas químicas y biológicas que podría utilizar.
¿Y si atacara Corea del Norte?
Si atacara a vecinos como Corea del Sur, Japón o las bases estadounidenses, no sólo respondería Seúl, sino también Washington. No se espera sin embargo que China respondiera en defensa del que fuera su aliado. Si el Ejército norcoreano llevara a cabo una invasión masiva ello llevaría a la destrucción de las fuerzas de combate convencionales y la muerte de centenares de miles de soldados norcoreanos, escribe el medio especializado "The Diplomat". En general se esperaría una victoria de Corea del Sur y Estdos Unidos.
¿Se ha preparado EEUU para un ataque militar o guerra?
En absoluto. No ha desplazado tropas ni tampoco bombarderos o buques de guerra en el Pacífico y tampoco hay indicios de que los 150.000 estadounidenses que se encuentran en Corea del Sur hayan sido llevados a un lugar seguro.
¿Puede ser que el imprevisible Trump inicie simplemente el ataque?
Es improbable porque el riesgo de escalada con decenas de miles de muertos o incluso más muertos en una guerra sería demasiado alto.
¿Son efectivas las sanciones internacionales?
Por el momento no han impedido que Kim siguiera desarrollando su programa armamentístico y además Corea del Norte encuentra a menudo vías de evitar las sanciones. Sin embargo, cada vez son más duras y limitan incluso el comercio con China. El embargo petrolero al país que aspira implementar Estados Unidos sería un duro golpe para una economía ya maltrecha, pero apenas afectaría al Ejército, sino más bien a la población, alerta el Instituto Nautilus de Estados Unidos. Ello agudizaría la escasez de alimentos por ejemplo al menguar la producción de fertilizantes.
¿Qué pasa si no hay acuerdo en el Consejo de Seguridad?
Sería un golpe, pero no el fin. Todos loe expertos señalan que la soución del conflicto sigue siendo una especie de ajedrez a cuatro bandas: una mezcla de diplomacia, disuasión reforzada y defensa in situ junto a sanciones más duras. La llave podría estar en Washington, pero se necesitaría un respaldo internacional muy complicado. El proceso durará previsiblemente años y tanto Trump como Kim están condenados a mantener una paciencia estratégica.
FUENTE: dpa