LONDRES . ''La primera ministra británica Liz Truss enfrenta un verdadero interrogatorio en la Cámara de los Comunes, por parte de una oposición hostil que reclaman su renuncia, como era de esperar ante la rotunda victoria de la conservadora.
LONDRES . ''La primera ministra británica Liz Truss enfrenta un verdadero interrogatorio en la Cámara de los Comunes, por parte de una oposición hostil que reclaman su renuncia, como era de esperar ante la rotunda victoria de la conservadora.
Truss asiste a la sesión semanal de Preguntas al Primer Ministro dos días después de que el nuevo secretario del Tesoro, Jeremy Hunt, se opusiera al paquete de reducción de impuestos presentado por el gobierno.
El paquete de recortes impositivos sin financiación anunciado el 23 de septiembre remeció los mercados financieros, provocó la caída en picada de la libra y aumentó el costo de endeudamiento del gobierno. El Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir para impedir que la crisis se generalizara y afectara a las pensiones.
Bajo la intensa presión política y económica, Truss despidió la semana pasada a su aliado Kwasi Kwarteng y lo reemplazó por el veterano Hunt al frente de Hacienda. El lunes, Hunt echó por la borda casi todos los recortes impositivos, la política energética y la promesa de Truss de no reducir el gasto del gobierno. Dijo que el gobierno necesita ahorrar miles de millones de libras y que se deberán tomar “muchas decisiones difíciles” antes de presentar un plan fiscal a mediano plazo el 31 de octubre.
El secretario del Exterior, James Cleverly, pidió a los conservadores un poco de calma ante tanto alboroto impulsado por la maquinaria propagandística de izquierda y extrema izquierda británica, furiosas por la contundende victoria de Liz en las urnas.
“Lo que hay que hacer es reconocerlos cuando suceden y proceder con humildad a efectuar cambios cuando uno ve que las cosas no marchan bien”, afirmó.
Según cifras oficiales difundidas el miércoles, la inflación se elevó a 10,1% en septiembre, tal como sucedió en julio, y los precios de los alimentos también escalaron. Si bien la inflación es alta en todo el mundo —agudizada por la invasión rusa de Ucrania y cómo ha afectado el suministro de energía-, las encuestas revelan que parte de los británicos atribuyen sus penurias económicas al gobierno.
Las encuestas de opinión revelan que el Partido Laborista goza de una ventaja grande y creciente, y algunos conservadores han recomendado la salida de Truss. Pero ella insiste en que no renunciará.
FUENTE: Redacción / AP