MADRID.- Recientemente fue presentado en Madrid el libro Monseñor Faustino Sainz. En el corazón de la diplomacia vaticana. Un español al frente de algunas de las misiones internacionales más difíciles de la Santa Sede.
El historiador, Xavier Reyes Matheus, exalta la vida de quien fue negociador papal que evitó una guerra entre Argentina y Chile y nuncio en la Cuba del “periodo especial”
MADRID.- Recientemente fue presentado en Madrid el libro Monseñor Faustino Sainz. En el corazón de la diplomacia vaticana. Un español al frente de algunas de las misiones internacionales más difíciles de la Santa Sede.
La obra, escrita por el historiador Xavier Reyes Matheus, reconstruye en efecto la vida del obispo Faustino Sainz Muñoz, nacido en Almadén (España) en 1937, y que, a su muerte en 2012, mereció que el obituario de The Times le recordase como “a high-fliying church diplomat”.
No se trataba de una descripción redactada a la ligera: el propio Juan Pablo II llegó a referirse a Monseñor Sainz como “mi nuncio más político”; aunque, tras cursar la carrera de derecho y decidirse por el sacerdocio siguiendo lo que se consideraba una vocación tardía, las expectativas del Sainz recién ordenado se orientaban más bien a los quehaceres propios de la vida parroquial.
Pero, en 1967, una inesperada decisión de las altas esferas vaticanas le llamó a Roma para incorporarse a la Academia Pontificia Eclesiástica, la selecta institución que forma a sus alumnos en la más antigua y prestigiosa diplomacia del mundo.
Desde entonces, la carrera del español -nombrado obispo en 1988- se proyectaría hacia múltiples frentes de aquel difícil mundo en el que ardían aún los rescoldos de los grandes conflictos por los que se había señalado el siglo XX.
En 1978, a propósito del diferendo por el Canal del Beagle que enfrentaba a la dictadura chilena de Pinochet y a la de la Junta Militar argentina, el almadenense voló al Cono Sur junto al cardenal Samoré, donde ambos, como representantes de la mediación papal, lograron parar en el último minuto una guerra inminente.
El libro recuerda las ocasiones en las que Castro visitó la sede diplomática del Vaticano en La Habana; unas apariciones no anunciadas, que, no obstante, Monseñor Sainz solía predecir con la irónica frase: “Está a punto de llegar La Verdad”.
En 1992, el prelado fue destinado para dirigir la nunciatura de un Zaire que, en plena descomposición del régimen de Mobutu, experimentó una violencia aterradora agravada por el genocidio ruandés. De vuelta en Europa, Sainz Muñoz fue nombrado por Wojtya primer nuncio en la Unión Europea, y sus esfuerzos se volcaron a intentar conseguir un reconocimiento expreso sobre las raíces cristianas de Europa en el texto de la Constitución comunitaria que finalmente no llegó a aprobarse. La carrera diplomática del prelado español se vio súbitamente segada cuando, al frente de la nunciatura en Londres, y tras organizar la visita oficial de Benedicto XVI al Reino Unido, una enfermedad terminal le obligó a retirarse.
La biografía escrita por Reyes Matheus, en la que se han volcado cartas y documentos del archivo personal dejado por Monseñor Sainz, es una aproximación humana al personaje, a quien podemos ver además, en las numerosas fotografías que acompañan al texto, durante sus encuentros privados con figuras como la madre Teresa de Calcuta, los reyes Juan Carlos y Sofía de España, la reina Isabel II de Inglaterra, Fidel Castro y, por supuesto, los pontífices Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. El itinerario vital del obispo español se convierte así en un recorrido por los grandes procesos que signaron el tiempo de la posguerra: la Guerra Fría, la descolonización, la revolución marxista en América Latina, la Transición española, la unidad europea. Todo ello examinado a la luz de los desafíos asumidos por la Iglesia católica, desde la convocatoria del Concilio Vaticano II, para renovar su misión pastoral en el mundo contemporáneo.
FUENTE: REDACCIÓN