MIAMI.- Los datos son aterradores. “Uno de cada tres alumnos de middle school ha tenido algún contacto con la actividad de tráfico humano y en la secundaria, se presenta una caso por cada nueve”. Son palabras de Katarina Rosenblatt, que fue víctima de una de estas redes y que hoy se dedica a prevenir a toda la comunidad educativa de este tipo de delitos.
Los delincuentes que promueven estas redes son personas sin escrúpulos, que son capaces de utilizar a sus propios hijos para lucrarse y atraer a otros inocentes para su oscuro negocio. Lo más doloroso y aberrante de estas redes es la utilización de menores para explotarlos sexualmente, ya sea a través de la prostitución como de la pornografía.
Las organizaciones que luchan contra esta lacra están pidiendo a todos los involucrados en la educación de los pequeños que estén atentos a cualquier comportamiento inusual de los menores así como de las personas adultas con las que se relacionan.
Desgraciadamente, estos delitos en Florida son una amenaza persistente y es el segundo con mayor poder de lucro después del narcotráfico. La escuela es el lugar central de la vida de nuestros pequeños y es importante que las autoridades estén pendientes de lo que ocurre dentro y fuera de las aulas. La tecnología e internet, con todas sus ventajas para la educación y el conocimiento que nos brindan, también pueden ser un arma de dos filos. Las redes sociales y los foros son caldo de cultivo para los delincuentes que captan niños para explotarles. Una vez más, hacemos un llamado a los padres para que pongan control a la relación de sus hijos con la tecnología hasta que tengan la madurez suficiente para distinguir sin problemas el bien y el mal.