MIAMI.- La jueza Susana Barreiros desestimó el jueves la solicitud de liberación inmediata del líder opositor venezolano Leopoldo López. Barreiros se negó a atender la petición que había sido hecha por el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Naciones Unidas.
Según informa el diario El Nacional de Venezuela, El Tribunal 28 de Juicio responde de esta forma al requerimiento de la ONU, al segundo día de reanudar el despacho que había suspendido desde el 15 de octubre. El dictamen de la ONU a favor del máximo líder del partido Voluntad Popular se conoció el 9 de octubre. Al día siguiente, la defensa lo consignó formalmente ante el Tribunal 28 de Juicio.
López se había negado a comparecer ante el tribunal hasta que no se diera respuesta a la solicitud de Naciones Unidas. Seguramente, él sabe mejor que nadie que la justicia no existe en Venezuela y su único objetivo debió ser marcar una postura firme para tener repercusión internacional.
La separación de poderes en Venezuela murió el mismo día en que Chávez accedió al poder e inició un proceso de concentración de las decisiones que siempre acaban en el mismo lugar, el Palacio de Miraflores.
La suerte de López parece estar echada y cantada por la voz de Nicolás Maduro. Todo apunta a que el dirigente de Voluntad Popular comparezca de nuevo ante la justicia el próximo 18 de noviembre en lo que a nadie ya le queda dudas de que es un proceso político que deja en evidencia el maltrecho sistema democrático venezolano, del que apenas queda nada tras el machaque insistente de la apisonadora chavista.
A pesar de que la iniciativa de la ONU ha sido desestimada, es importante que los organismos internacionales que promueven los derechos humanos no cejen en su empeño de que López vuelva a ser un hombre libre.