El multiétnico condado Miami-Dade termina un año de avances en algunas materias y retrocesos en otras, que tuvieron un gran impacto en esta zona del sur de la Florida.
El multiétnico condado Miami-Dade termina un año de avances en algunas materias y retrocesos en otras, que tuvieron un gran impacto en esta zona del sur de la Florida.
El 2017 arrancó con una noticia desagradable para algunos sectores relacionada con las dificultades para financiar el Smart Plan, que está previsto alivie a ciertos corredores de tráfico y estimule el uso del transporte público, y del que tanto habló en su momento el alcalde condal Carlos Giménez. No obstante, la autoridad administrativa continúa buscando la “fórmula mágica” que permita llevar la iniciativa a feliz término.
Más adelante, una propuesta del mismo Giménez logró el visto bueno de la Comisión condal, instruyendo a las autoridades carcelarias de colaborar con las fuerzas de Inmigración, si un detenido resultaba ser un indocumentado.
De esta manera, el primer edil del Condado garantizó que ciertas ayudas federales llegaran a su jurisdicción, luego de que el presidente Donald Trump advirtiera que suspendería las mencionadas contribuciones a las llamadas “ciudades santuario”, que protegen, de alguna manera, a los inmigrantes carentes de documentos.
Pero, además, la llegada del huracán Irma tuvo una prolongada repercusión en los 34 municipios del condado, con serios destrozos en la infraestructura urbana y una serie de apagones que pusieron en entredicho el servicio de la empresa eléctrica FPL.
Por el lado de Miami, ciudad cabecera del condado, algunos estudios mostraron que es una de las grandes zonas metropolitanas más costosas y de menores ingresos para sus residentes en los Estados Unidos. Mientras la entrada promedio por familia en San Francisco es 84.440 dólares al año, Miami apenas supera la mitad de esa cifra, con 43.000 dólares.
Cabe destacar también que en Miami fue escogido Francis Suárez como su alcalde por los próximos cuatro años, con lo que se convirtió en el primer estadounidense de padres inmigrantes que ostenta ese cargo en la ciudad.
De igual forma, vale resaltar que durante el 2017 los índices de violencia bajaron en Miami, según cifras reportadas hasta el mes de noviembre de este año que, para fortuna de algunos y desdicha de otros, llega a su final.