Un líder político me aleccionó en una oportunidad sobre pactos entre criminales. Me dijo: Cuando dos juntos cometen un asesinato su complicidad queda sellada de por vida.
Mientras Nicolás Maduro todos los días estrena un disfraz diferente, a Gustavo Petro le ha dado por atacar con ferocidad la causa libertaria venezolana
Un líder político me aleccionó en una oportunidad sobre pactos entre criminales. Me dijo: Cuando dos juntos cometen un asesinato su complicidad queda sellada de por vida.
Mientras Nicolás Maduro todos los días estrena un disfraz diferente, a Gustavo Petro le ha dado por atacar con ferocidad la causa libertaria venezolana. Su alma de represor ha quedado expuesta. Petro no solo desalienta a venezolanos perseguidos de la dictadura de Maduro, además su gobierno obstaculiza selectivamente la protección jurídica que legalmente debería garantizar a quienes se han refugiado en su país.
Dos profesionales venezolanos que luchan por la libertad fueron atacados por sicarios la tarde del lunes pasado en la calle Cedritos de Bogotá; Yendri Omar Velásquez Rodríguez, activista de los derechos humanos, y Luis Peche Arteaga, consultor político, fueron heridos con más de 12 proyectiles letales que atravesaron distintas partes de sus cuerpos. Fue un milagro que ambos salieran con vida.
Y así como el primer sospechoso de autoría intelectual es el tirano de Venezuela, la complicidad del delito recae en el presidente de Colombia.
Entretanto, desde Chile el presidente Gabriel Boric reiteró la acusación al régimen de Maduro por el asesinato de Ronald Ojeda en Chile. ¿El mismo modus operandi?
Yendri y Luis llegaron al vecino país huyendo de la persecución política. Mal lugar, ahora comprobado, convertido en espejo de la represión que ejecuta de manera cotidiana la dictadura venezolana.
Petro se muestra obsesionado con el tema Venezuela y en especial con María Corina Machado, a quien le viene dedicando escritos delirantes que logran destilar un odio muy peculiar.
De esta manera, el presidente colombiano ha venido subiendo el volumen a los ataques contra la causa libertaria y en la misma proporción su verbo agresivo lo obliga a mentir y a exponer sus debilidades.
¿Por qué ahora esa hemorragia de señales de hostilidad contra María Corina Machado? Es evidente que igual que Maduro, él también tiene miedo de caer.
Entretanto, en Venezuela hemos visto en los últimos días que el dictador se comporta como un hombre con estados alterados que salta de las brujerías públicas a jugar a los soldaditos, activando sirenas, moviendo equipos militares, cerrando calles; poco le falta lanzar un explosivo para ensayar.
Lo grave de la paranoia de Maduro es que con otra ola represiva aterroriza al país. Ahora le ha dado por llevarse a familias completas. La desaparición forzada es el único procedimiento válido para el régimen. La ley es asunto del pasado democrático… hace rato.
Por cierto, habrá que recordarle al presidente colombiano -que llegó a acusar a María Corina de favorecer una intervención externa- los sólidos informes de La Misión de Determinación de los Hechos de la ONU donde están documentadas ejecuciones extrajudiciales atribuidas a las FAES, Fuerzas de Acciones Especiales de la PNB. Petro nada ha dicho al respecto.
A ver, Petro: ¿Quién es el máximo jefe de la FAES? A él no lo acusas en tus noches de insomnio, ¿verdad?
La ONU también ha documentado evidencias de torturas, incluidas las de violencia sexual, así como tratos crueles en dependencias de la DGCIM y el Sebin. Petro, ¿de eso tampoco te enteraste?
También han sido registradas y probadas centenares de desapariciones forzadas en contextos de detención política, ¿eso también se te pasó por alto, Petro? ¿Y la represión brutal en protestas y abusos postelectorales? Vaya, Gustavo, ¿será que te debemos enviar copia del informe? ¿Lograrás leerlo?
A esto hay que sumar la criminalización en Venezuela de las ONG, periodistas y defensores de los derechos humanos, muy en coherencia con la agresión contra Yendri Velásquez y Luis Peche en Colombia. Ahora todo indica que Petro, al igual que Maduro los considera enemigos.
Un elemento adicional de esos registros también de la ONU, son los abusos en el Arco Minero del Orinoco contra pueblos indígenas, donde, por cierto, tiene intereses, entre otros delincuentes, la guerrilla colombiana, amiga de Petro.
A Petro también le alteró que María Corina Machado haya sido distinguida con el Premio Nobel de la Paz.
Visto está que la comunión de Petro con Maduro va más allá de una razón ideológica. Ambos refuerzan su aspiración de mantenerse en el poder y a Petro tampoco le molesta el dinero extra del Cártel de los Soles.
