viernes 29  de  marzo 2024
OPINIÓN

El "catch 22" en la política

La vida diaria está llena de ejemplos de catch 22, como aquel que necesita un trabajo para obtener experiencia, pero sin experiencia no obtiene el trabajo
Diario las Américas | SONIA SCHOTT
Por SONIA SCHOTT

La expresión en inglés Catch-22, o trampa 22, se refiere a una paradoja de la cual es difícil escapar en la vida, porque contempla escenarios contradictorios. El término fue acuñado por el escritor estadounidense Joseph Heller, quien lo usó en la novela de igual nombre de 1961, considerada como una de las obras literarias más significativas del siglo XX en el país.

La novela, ambientada durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta la historia de un piloto de las tropas aliadas que no quiere seguir participando en misiones peligrosas por temor a morir.

Su mejor excusa es que ha perdido la razón, pero para ello debe pasar un examen psicológico que confirme que está incapacitado para volar. No obstante, al someterse a la prueba demostró que estaba cuerdo, pues quien quiera librarse de combatir no está loco.

La vida diaria está llena de ejemplos de catch 22, como aquel que necesita un trabajo para obtener experiencia, pero sin experiencia no obtiene el trabajo.

La política y las relaciones internacionales no son una excepción, ya que es un terreno donde prima el interés.

Por ejemplo, el número de detenidos en Guantánamo ha bajado a 40, en comparación con los más de 700 que ocuparon la instalación en 2003, lo cual significa en la práctica que hay espacio suficiente para albergar más detenidos.

Sin embargo, la decisión de enviar más prisioneros a la base supone consecuencias políticas y legales que enfrentan a Washington con un serio dilema.

A pesar de los frecuentes llamados del secretario de Estado Mike Pompeo, para que los prisioneros de ISIS sean encarcelados en sus países de origen, la respuesta de las naciones involucradas, incluido el Reino Unido, Francia y Alemania, es que nadie los quiere de vuelta.

Si Europa continúa negándose a recuperar a sus nacionales de las cárceles en Siria, Washington podría verse obligado a llenar las celdas vacías en Guantánamo.

La contradicción aquí radica en que Europa condena la existencia de la cárcel en Guantánamo, y si sus nacionales terroristas son enviados al polémico centro de detención en Cuba es probable que empiecen las condenas airadas contra de Estados Unidos.

Otro ejemplo de catch 22 viene dado por la utilidad de las redes sociales y su impacto en facilitar y promover nuevas vías para la comunicación moderna.

No hay duda de que información es poder y que las plataformas tecnológicas son apreciadas por los usuarios y por eso valen miles de millones de dólares. ¿Pero qué pasa si este valor tiene el costo de deshabilitar una prensa libre, justa e imparcial?

Con los cierres de medios que frecuentemente ocurren o las reducciones drásticas de personal, numerosos estudios apuntan a que incluso la pérdida de un periódico local crea un déficit democrático, una menor participación de votantes y una mayor frustración de los líderes políticos.

Es decir, regular las redes para salvar la expresión de libertad.

Con Venezuela, no hay duda de que la nación sudamericana ha estado sumergida en su propio catch 22 con Nicolás Maduro al frente de un gobierno autoritario, que ha coartado las libertades públicas en aras de defender la democracia y la soberanía del país.

Este 23 de febrero su dilema se agudiza porque no tendrá opción para lograr una ganancia neta. En este caso, puede que Maduro supiera todo sobre la Constitución de Venezuela pero no como respetarla.

“El país estaba en peligro, estaba poniendo en peligro sus derechos tradicionales de libertad e independencia al atreverse a ejercerlos ". Joseph Heller, de la novela Catch 22.

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