Desde el 04 de julio pasado en que la alta comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, rindiera su informe sobre las múltiples e incuestionables violaciones de derechos humanos ejecutadas en Venezuela por parte del régimen de Nicolás Maduro, se advertía que su demoledor impacto sería de efecto retardado.
En él se describen sin rodeos la ausencia de estado de Derecho, el copamiento y la cooptación de los poderes públicos por parte del Poder Ejecutivo, la criminalización de la disidencia, la tortura como método de castigo político, la confiscación de la libertad de expresión, entre muchos otros delitos de lesa humanidad que, hasta entonces habían sido denunciados por las víctimas, por los países amigos y por el secretario general de la OEA, pero no por un ente técnico competente del mayor organismo multilateral del mundo, como es la ONU.
Ha sido tan devastador el informe de la expresidenta Bachelet que muchos de los países que hasta entonces se mantenían neutrales en el conflicto venezolano y que, desde esa trinchera neutral, sugerían el diálogo, la diplomacia y la negociación como mecanismo idóneo para una transición pacífica hacía la democracia, se han comenzado a dar cuenta del talante tiránico del régimen y de las prácticamente nulas posibilidades de lograr una salida negociada, sin que exista una amenaza creíble del uso de la fuerza por parte de una coalición internacional, que le tuerza el brazo al régimen.
Luego del referido informe, han venido sucediéndose una cadena de eventos, aparentemente inconexos, que anuncian el endurecimiento de las posiciones de la comunidad internacional respecto del régimen de Maduro.
El general Manuel Ricardo Cristopher Figuera, exjefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), quien había participado del intento de rebelión fallido contra el dictador Maduro del pasado 30 de abril, logró escapar del país y llegar a EEUU el 24 de Junio, con lo que muchos piensan sería un muy importante cúmulo de evidencias contra los jerarcas del régimen.
A finales del mes de julio, EEUU sancionó a un grupo de chavistas, entre los que destacan tres hijos de Cilia Flores, esposa de Maduro.
En esos mismos días, altos funcionarios del gobierno estadounidense aseveraron que estas sanciones eran solo el inicio de una nueva y mucho más fuerte ronda de medidas que serían impuestas al régimen y a quienes le apoyan, incluyendo Rusia, Cuba y China, hasta que se logre el cese de la usurpación. También recomendaron a Maduro y a sus allegados que aprovecharan la pequeña ventana que EEUU y el Grupo de Lima le estaban abriendo para negociar una salida pacífica.
A partir del 5 de Agosto pasado, como si hubiera sido planificado previamente, se comenzaron a suceder lo eventos, uno a otro, que derivarían en la patada a la mesa de negociación, por parte del régimen madurista y, con ello, el principio de su final.
Esa noche, Donald Trump firmó una orden ejecutiva congelando todos los activos del gobierno venezolano en EEUU y prohibiendo a personas norteamericanas y extranjeras (que quieran tener relaciones de negocio con EEUU) efectuar transacciones comerciales con el régimen venezolano, dejando a salvo aquellas operaciones que tengan que ver con alimentos, medicinas y otros productos básicos para la vida.
Al día siguiente se inauguró en Lima, con la participación de más de 50 delegaciones, la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela organizada por el Grupo de Lima.
Durante ese evento, el asesor de Seguridad Nacional de EEUU, John Bolton, advirtió a quienes quieran hacer negocios con el régimen de Maduro, que procedan con extrema cautela, ya que, no hay necesidad de arriesgar su interés de negocios con EEUU por apoyar a un régimen moribundo. También hizo saber a Rusia y a China que su apoyo al régimen de Maduro era intolerable.
Bolton marcó de manera tajante la posición de EEUU en cuanto a las negociaciones de Barbados, al decir, textualmente lo siguiente: “No caeremos en viejos trucos de un cansado dictador. No mas vueltas, vueltas y vueltas. Ahora es el momento de actuar…”.
Durante los próximos días, los eventos se acelerarán frenéticamente. Serán momentos peligrosos que la historia recordará con el nombre de sus héroes y sus mártires. Llegó la hora de apoyar a la resistencia…
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@juanriquezes