Este mensaje va dirigido especialmente a los familiares de los miembros de la Fuerza Armada Nacional de Venezuela (FAN). Sean los suyos de los buenos, de los malos o de los peores, deben saber ya claramente lo que se les viene. El errático vuelo revolucionario está por concluir, viene en picada con muchos de ustedes dentro de la cabina del maltrecho avión.
Hace un poco más de un mes, propusimos en esta columna la oferta de un salvoconducto a Maduro & Cía, como una salida para el tirano y sus secuaces que, aunque dolorosa para los venezolanos de bien, considerábamos entonces como un mal menor justificable.
A pesar de que nunca se puede desechar la posibilidad de negociación como mecanismo de solución de conflictos, el escenario actual para el chavismo/madurismo es mucho peor al que existía a comienzos del año. Pero esas no son las únicas malas noticias para el régimen, la velocidad con que se están desencadenando los eventos en las últimas semanas y días, tanto internos como externos, advierte de una frenética aceleración del deterioro, con un más que probable colapso inminente de la ya por sí golpeada gobernabilidad.
A lo interno, la población ni siquiera consigue que sus bancos le suministren efectivo, contra sus haberes en cuenta, para pagar las operaciones básicas de subsistencia. Un día se ordena recoger el Bolívar Fuerte e inmediatamente se da la contraorden, para luego quitarle tres ceros a la moneda y convertirla en un nuevo Bolívar Soberano, simultáneamente se procede al frustrado lanzamiento del Petro, como un burdo ardid urdido por un trasnochado grupo de principiantes, con el deliberado propósito de burlar las cada vez mejor coordinadas sanciones internacionales. Igualmente sucede con la descarriada hipérbole inflacionaria, que ya ni se esfuerzan en esconder.
Las contradicciones son ya insostenibles. ¿Cómo puede justificarse que el salario mínimo del venezolano se acerque a los tres dólares mensuales e, irónicamente, con esa misma cantidad pueden pagarse una treintena de camiones cisternas llenos de gasolina, los que cruzando la frontera se podrían vender en aproximadamente un millón de dólares? Es absurdo.
La salud en Venezuela está en estado catatónico. Se mueren los enfermos crónicos por falta de medicamentos o insumos para sus tratamientos. La mortalidad infantil se ha incrementado dramáticamente y nuestros médicos y enfermeras engrosan la diáspora que ya sobrepasa los cuatro millones de almas.
En materia de seguridad, tenemos el bochornoso record de contar con cuatro de las diez ciudades más violentas de la tierra al final del 2017, siendo Caracas, además, la más violenta de todas.
Muy sintomático nos resulta el que durante los últimos meses, la dictadura haya llevado a prisión a varias docenas de militares activos de media y alta graduación, bajo alegatos de conspiración y los mantenga detenidos sin derecho a defensa o a visitas, lo que para muchos es claro indicio de que se les tortura. Ni que hablar de la carnicería que hicieron con Oscar Pérez y su rendido grupo. Hay plena conciencia en las FAN de que el colapso de la tiranía está muy próximo.
A lo externo, las señales de la comunidad internacional no pueden ser más claras y nefastas para la dictadura.
Luego de que el gobierno de Perú retirara la invitación a Maduro para la Octava Cumbre de las Américas, éste insistió en que asistiría por aire, por mar o por tierra, desafiando una decisión soberana del Perú, con la que coincide la gran mayoría de los países miembros de ese foro hemisférico.
Suman ya cuarenta y dos los países que han decidido sancionar a funcionarios venezolanos por corrupción, violación de derechos humanos, narcotráfico o apoyo al terrorismo. Muy significativa fue la simultaneidad de las sanciones de Suiza y de Panamá, por aquello de que son considerados paraísos financieros.
Pero las inequívocas señales de la franca caída en picada del régimen, las constituyen una serie encadenada de eventos que, aunque planificados desde hace varios meses o años, están sucediendo justo en estos últimos días.
Hace un par de meses, el entonces secretario de Estado Norteamericano Rex Tillerson visitó Colombia para conversar con el gobierno de Juan Manuel Santos, entre otros temas, sobre el caso de Venezuela.
El pasado lunes 09 de abril, el Tribunal Supremo de Justicia venezolano, designado por la Asamblea Nacional y sesionando en el exilio desde una sede accidental facilitada por el estado colombiano, a solicitud de la Fiscal General de la República, encontró méritos suficientes para el enjuiciamiento de Nicolás Maduro conforme al artículo 266 de la Carta Magna, ordenó a las FAN y al CICPC la captura del enjuiciado, solicitó a Interpol que incluya al Sr. Maduro entre las personas requeridas con Alerta Roja Internacional y comunicó de su decisión a la ONU, a la OEA, a la UE y al Grupo de Lima.
Al día siguiente de la decisión del TSJ, Maduro anunció que no asistiría a la Cumbre en el Perú, convocada para el 13 y 14 de abril, alegando que no era su prioridad. Eso es miedo, puro y duro.
Para el momento en que se escriben estas líneas, la Asamblea Nacional debe estar por decidir la autorización para que el TSJ continúe el enjuiciamiento del Presidente de la República.
Los militares venezolanos también deben estar por decidir. Tienen ahora sólo dos alternativas: o cumplen con la decisión del TSJ legítimo en el exilio, dando captura a Maduro y fomentando una transición hacia la democracia, en cuyo caso, se les abriría un camino para una eventual negociación política; o incumplen con dicha decisión y buscan proteger a Maduro, en cuyo caso, terminarán siendo ellos también acreedores de la Alerta Roja Internacional de Interpol.
A los miembros de las FAN les llegó la hora de la verdad, o apoyan a la tiranía y se condenan o apoyan el pueblo y buscan salvarse.
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@juanriquezes