Recientemente vi en la oficina a una paciente de 58 años a la cual le había hecho una operación de párpados superiores e inferiores. Estaba muy contenta con el resultado de la cirugía pero decía que tenía mucha picazón en ambos ojos. A veces notaba que los ojos se le ponían secos y lagrimeaban. Quería saber si esto estaba relacionado con la cirugía.
Al examinarla detenidamente me di cuenta de que sus párpados habían sanado rápidamente. Tenían una apariencia simétrica y las cicatrices estaban firmes como era de esperar tan recientemente después de una cirugía. La conjuntiva estaba un poco irritada y había una pequeña caspa acumulada en el borde de las pestañas.
El enrojecimiento de los ojos puede deberse a alergias y la caspa en las pestañas es un padecimiento común llamado blefaritis. Ambas condiciones son tratables pero no tienen relación con la cirugía que ella se acababa de hacer.
Cuando los ojos están rojos se deben hacer unas pruebas en la piel para ver a qué sustancias uno puede ser alérgico. Nosotros medimos 35 alérgenos en el medio ambiente que flotan y pueden caer en los ojos causando alergias.
Le receté un antibiótico para la blefaritis con instrucciones de lavarse las pestañas con agua y jabón todos los días, y aplicárselo a la hora de dormir.
Dos semanas más tarde la vi en la oficina. Las pruebas de alergia le dieron negativas pero el tratamiento para la blefaritis fue el remedio que ella necesitaba. Ahora estaba contenta, sin la picazón y disfrutando del magnífico resultado de su cirugía, con mucha alegría.
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